—¿Acabas de decir que a algunas tiendas las han extorsionado ellos? —preguntó Basil Jaak al contratista justo después de terminar la llamada.
—Esto... —El contratista dudó y miró a los dos oficiales de Gestión Urbana, su mirada algo evasiva.
—Hermano, si te atreves a decir tonterías, haré que no puedas quedarte en Ciudad Rong —amenazó el oficial de Gestión Urbana con apellido Yu, con la mirada fría.
—¡Bang!
—¿Todavía te atreves a amenazar a mi gente en mi territorio? ¿Crees o no que puedo asegurarme de que ya no puedas trabajar en Gestión Urbana? —Basil Jaak pateó hacia el oficial con apellido Yu, resoplando fríamente.