—¿Solo dos platos para hacer las paces? —soltó una risita Basil Jaak, diciendo casualmente.
—¿Entonces, qué esperas? —frunció el ceño el gerente.
—Al menos un descuento del 30-40% —Empezó a contar con los dedos Basil Jaak—. ¿Tienes idea de cuánto dinero me acabas de hacer perder por retrasar estos pocos minutos?
Al escuchar las palabras de Basil Jaak, el gerente suspiró aliviado. En un restaurante de este nivel, a veces el dinero no es la prioridad principal. Si un poco de dinero puede utilizarse para compensar y evitar un desastre, era un resultado aceptable.
Después de algunos momentos de reflexión, el gerente dijo:
—Está bien, estamos dispuestos a ofrecer un 20% de descuento además de los dos platos de firma como cortesía de disculpa por las molestias causadas. Esperamos que acepten esto y comprendan nuestra situación.
—¿Solo un veinte por ciento? ¿No pueden ofrecer un treinta o un cuarenta por ciento de descuento? —preguntó Basil Jaak.