Ya había pasado un tiempo desde aquella fatídica pelea entre Rengoku y Akaza. Los hermanos se recuperaban bien, pero seguían deprimidos, en especial Tanjiro, que seguía pensando que no había hecho nada para ayudar. Giyuu los visitaba todos los días, como cuando los había conocido, llevándoles comida y quedándose todo lo que ellos quisieran, además de ayudarlos un poco con el entrenamiento, como decirles cuanto los amaba.
Shinobu a veces espiaba a Giyuu cuando este estaba en la finca, sorprendiéndose un poco de ver sonreír y conversar al inexpresivo Pilar del Agua, incluso lo había escuchado hacer bromas y reír ligeramente cuando estaba con los chicos, pero en cuanto la miraba a ella, inmediatamente volvía a su habitual cara de póker. Incluso pensaba que se mostraría un poco tonta al decirle que todos lo odiaban, cuando sabía perfectamente que eso ya era así.
-Buenos días, Tomioka-San-Lo vio llegando a su Finca-¿Vienes a ver a tus hijos?-
-...No estaría aquí de no ser por eso-Respondió, completamente serio.
-Ya veo. Últimamente has estado más expresivo que de costumbre, pero solo con los chicos-Dijo ella, pareciendo curiosa ante el asunto-¿Se puede saber la razón? La mejor forma de entender a una madre omega es preguntárselo a él mismo-
-...Solo...siento que así tengo que ser. Desde el primer día que he pasado con ellos no han hecho más que ayudarme a abrirme, claro que solo con ellos. No estoy...preparado para ser así con alguien más...-Contestó, finalmente entrando a la Finca a ver a sus hijos, con una canasta llena de dulces en una mano.
La beta se sorprendió ante esto, casi no creyendo que Tomioka había dicho más de cinco palabras, además de decir como se siente estando al lado de sus hijos, en comparación al estar al lado de los demás. Ella se quedo por unos momentos pensando en aquello, hasta que volvió a ver a Giyuu salir corriendo de la Finca, viéndose un poco preocupado. Enseguida miró hacía sus espaldas, tras escuchar otros pasos apresurados, tratándose de Kiyo, que tenía unas lágrimas pequeñas en sus ojos.
-¿Qué sucedió?-Le preguntó, agachándose a su altura.
-¡Tanjiro no está!-Contestó la niña, soltando más lágrimas-Empezó a entrenar con su herida aún sin sanar a escondidas de Giyuu-Sama. Nos pidió que no dijéramos nada-Respondió preocupada-Pero ahora desapareció. Él estaba aquí hace solo unos minutos. Giyuu-Sama partió a buscarlo en cuanto no lo vio-
-¿Y los demás?-
-Se quedaron en la habitación por ordenes de Giyuu-Sama. Para que no corrieran peligro-
-Ya veo...-Se quedo pensativa por unos momentos-Kiyo, dile a los chicos que no se preocupen por el entrenamiento por hoy, también que Aoi les prepare algo para comer. Tomioka querrá verlos bien alimentados al volver-
-Esta bien...-Se limpió sus ojitos antes de ir a dar aquella información.
♡Ser madre no es fácil♡
-(Gracias, cuervo de Rengoku-Sama...)-Pensó Tanjiro, corriendo detrás del cuervo-(Me está guiando a su casa...)-Durante el trayecto, su herida no hizo más que doler debido a que esta seguía abierta. Dios, debió de haber escuchado a las niñas cuando le dijeron que no entrenara-¡Agh!-Se quejo, luego de caer de rodillas al suelo, debido al dolor. Entonces, en cuanto levantó la vista, se topó con un niño idéntico a Rengoku, que no parecía ser mayor a él, tal vez uno o dos años menor, que se encontraba barriendo el suelo fuera de su casa. Sin embargo, su rostro y el olor que desprendía daba a entender que se encontraba afligido-...¿Eres...Senjuro...?-Interrogó, mirando al niño mientras se acercaba lentamente-Es un placer-Hizo una leve reverencia ante él-Soy Kamado Tanjiro. Rengoku-Sama me encargó transmitir unas palabras a ti y a su padre. Por eso vine...-Finalizo, sintiendo como el olor del niño se hacía más amargo, mientras comenzaba a sudar frio.
-...¿Mi...hermano...?-Cuestionó-...Se lo que sucedió, sí...¿Te encuentras bien? Estás muy pálido-Se veía preocupado de ver el rostro pálido de Tanjiro.
-¡Vete!-Un hombre, que parecía un Rengoku 20 años más viejo, le gritó a Tanjiro, sin darle la oportunidad de responder a la pregunta del alfa menor-Seguro que no dijo más que tonterías. Murió por convertirse en espadachín pese a no tener talento-Se quejó en un tono que a Tanjiro no había hecho más que enojarlo-¡Es absurdo! Kyojuro era un idiota. El talento de los humanos es innato. Solo unos pocos lo tienen. El resto es basura. Escoria sin valor alguno-Entonces le dio un gran sorbo a su jarra de Sake-Igual que Kyojuro. No tenía talento. Era obvio que moriría-Se notaba enojado, cosa que solo desconcertó más al omega. Aunque su hijo menor ya parecía acostumbrado a aquel comportamiento, pero no por eso dejaba de ser tan doloroso-Senjuro, eres un hombre de la familia Rengoku. ¡Deja de lloriquear!-Le gritó a su hijo, provocando que más lágrimas indeseadas comenzasen a salir. Y de inmediato, el instinto omega de Tanjiro se encendió, obligándolo a abrazar a Senjuro, quien se sorprendió por aquel acto.
-No debería decir algo así-Le regañó, estando enojado y a la vez nervioso, ya que era la primera vez que se dirigía a un adulto de esa forma-Por favor, dejé de hablar así-
-¿Quien te crees tú?-Interrogó, enojado por la reacción de Tanjiro-Lárgate, asqueroso omega. No cruces nuestra puerta-
-Soy un cazador de demonios-Se presento, pero el alfa mayor no parecía escucharlo para nada, más todavía luego de ver sus aretes.
Aquel alfa se quedo completamente atónito, y un poco asustado también. La jarra aún llena de Sake se había caído al suelo, gracias al estado antes mencionado-Tú...-Habló, temblando ligeramente-Conque tú...-Señaló a Tanjiro-Usas la respiración Solar, ¿No es así?-Le cuestionó, dejando a ambos menores confundidos.
-¿Solar?-Soltó a Senjuro, el cual parecía estar mejor-¿De qué habla?-Pero en eso, el mayor corrió hacía Tanjiro, únicamente para aplicarle una llave, asiéndolo golpear el suelo con la cabeza-(Es rápido)-Pensó, mirando como el mayor aplicaba toda la fuerza que tenía para dejarlo en el suelo-(Está entrenado)-
-¡Detente, padre!-Senjuro agarró su brazo tratando de suavizar el agarre-¡Mírale la cara, se encuentra mal! ¡Por favor!-
-¡Cállate!-El mayor no midió su fuerza cuando alejó a su hijo menor de un fuerte manotazo, dejándole la mejilla bastante roja.
-¡Ya estuvo, desalmado!-En cuanto aquel hombre se alejó, esquivando un golpe de Tanjiro, el omega aprovechó para levantarse-¿Se puede saber qué le sucede en la cabeza? ¡Primero humillas al hijo que se sacrificó para salvar a miles de vidas, y ahora golpeas al otro!-Estaba completamente enojado.
-Te estás burlando de nosotros, ¿Verdad?-Lo fulminó con la mirada.
-¿Por qué? ¿Qué razón tendría para hacerlo? No lo entiendo. ¡Me acusa injustamente!-Protegió el cuerpo de Senjuro con el suyo por precaución.
-Te acuso porque usas la respiración Solar-Claramente aquello no era una justificación-Conozco esos aretes. Estaba escrito-
-(¿Se referirá a la Danza del Dios del Fuego?)-
-La respiración original. La primera respiración que surgió-Lo señaló con el dedo-La técnica más poderosa de todas. Todas las respiraciones derivan de la respiración Solar. Todas ellas siguen el ejemplo de la Solar. Son imitaciones que degeneraron. La de llamas, la de agua, la de viento...¡Todas!-Explicó, dejando un poco sorprendidos a los menores.
-(¿Qué quiere decir?)-Estaba confundido por la nueva información que recibió-(En mi familia somos carboneros. Tenemos un árbol. La respiración Solar...La Danza del Dios del Fuego...Pero ahora...Ahora eso no importa...)-
-¡No seas arrogante solo por poder usar la respiración Solar!-Le gritó, sacándolo de su trance.
-...¿Cómo voy a serlo?-Comenzó a temblar levemente-¡No sabes lo mucho que me atormenta mi debilidad ahora mismo! ¡Viejo insoportable!-No podía más con sus frustraciones de haber recordado a su familia, aquella nueva información que nunca pensó que existía y las recientes pesadillas en torno a su última batalla.
-Cuidado, mi padre...-Trató de advertir Senjuro, completamente aterrado al enojo de su padre.
-¡No hables mal de Rengoku-Sama!-Apretó sus puños con fuerza, preparado para darle un fuerte golpe, algo que nunca antes había hecho.
-¡Era un Pilar!-Gritó Senjuro, aterrado.
Pero entonces, Shinjuro, el alfa mayor, desvió el brazo de Tanjiro, envolviéndolo con el suyo propio para luego darle un golpe rápido y fuerte en toda la cara.
-¡Detente, padre, por favor!-Volvió a suplicar Senjuro, al borde de las lágrimas.
-(...¿Por qué...?)-Se preguntó Tanjiro, sintiendo como el tiempo se detenía-(...Si la Danza del Dios del Fuego es la Respiración Solar...)-Recordó a Rengoku, quien le hizo sentir algo que todavía no era capaz de entender-(...¿Por qué no pude salvar a Rengoku?...¿Por qué?)-Se volvió a preguntar, mientras se protegía de los fuertes golpes del padre de aquel alfa-(¿Por qué?)-Shinjuro se estaba preparando para darle el golpe certero, pero no se esperaba un contraataque por parte de Tanjiro, el cual se trataba de un fuerte cabezazo-(¡¿Por qué?!)-Senjuro estaba sorprendido, pues nunca creyó que viviría para ver como alguien lograba golpear a su padre, quien pese a todos los años en los que estuvo sin hacer nada más que tomar Sake, su cuerpo y fuerza seguían siendo los mismos.
♡Ser madre no es fácil♡
-¿Qué hice...?-Se preguntó, ya estando dentro de la residencia Rengoku y con la cabeza bien agachada, sintiendo culpa de todo lo anterior.
-Toma un poco de té-Ofreció Senjuro.
-Gracias...-Contestó, poniendo un poco nervioso al menor debido a la cara que tenía en esos momentos-Siento haberle dado un cabezazo a tu padre...¿Está Bien?-
-Creo que sí. Al despertar fue a comprar más Sake-
-Ya veo...-
-Muchas gracias-Esto confundió un poco a Tanjiro-Me consolaste...Yo no soy capaz de replicarle cuando habla mal de Kyojuro...-Liberó un poco de feromonas olor a manzana que estaban ligeramente agrias. Tanjiro lo miró preocupado, ese no era un buen ambiente para un niño-...¿Cómo...acabó así mi hermano?-Interrogó, solo para quedarse escuchando a Tanjiro atentamente y sin interrumpirlo-...Ya veo...Peleó hasta el final...Muchas gracias-Volvió a decir, para luego inclinarse ante Tanjiro.
-No...-Se inclinó ante Senjuro-Siento no haber podido hacer más. Soy un omega y Rengoku-Sama utilizó su voz Alfa para que no pudiera interferir-Explicó.
-No te preocupes-Volvió a sentarse correctamente-De seguro mi hermano dijo lo mismo, ¿Verdad?-Preguntó, con nuevas lágrimas saliendo de sus ojos, mas no esperaba una respuesta-Sé qué libros solía hojear mi padre-Entonces le deslizó uno de los libros-Creo que este es el que buscas-
-Muchas gracias-Le contestó, mientras lo tomaba.
-¿Estará escrito lo que te interesa saber?-Cuestionó, mientras veía a Tanjiro abrir el libro
-¿Qué...?-Estaba desconcertado.
-¿Qué?-Se acercó a mirar.
-Está destrozado...-No lo comprendía-No se lee casi nada. ¿Sería así originalmente?-Le preguntó al menor.
-No, no debería-Contestó-Los tomos de los Pilares de la Llama se guardaban con mucho cuidado-Se quedó pensando un poco-Imagino que lo rasgó mi padre...Lo siento mucho...-
-No te disculpes. No es culpa tuya-Le contestó, liberando algunas de sus feromonas para calmarlo.
-...Viniste aquí expresamente y no descubriste nada-Volvió a decir en un tono de culpa-Sobre la respiración Solar o la Danza del Dios de Fuego...-
-No pasa nada-Le acarició la cabeza como solía hacer con sus hermanos-Sé lo que debo hacer. Seguir entrenando...Sé los pasos, pero aún no domino la Danza del Dios del Fuego-
-¿No?-
-Si la uso mientras realizo la concentración total, mi cuerpo deja de responder...Es problema mío. Mi cuerpo no sigue a la técnica. La concentración total duradera mejoró mi resistencia, pero no es suficiente-Explicó, un poco triste por sentirse débil-Dicen que manteniendo la duradera, ganaría resistencia a diario, pero no se mejora de golpe...Si hubiera sido más fuerte...De existir una forma de fortalecerme de golpe para salvar a Rengoku...Pensé mucho en eso. Pero no hay ningún método tan practico...No hay atajos. Hay que esforzarse. Avanzaré todo lo que pueda ahora-Senjuro lo miró, mientras escuchaba atentamente-Aunque sea duro y me dé rabia...Me convertiré en un Pilar tan fuerte como Kyojuro...Lo prometo-Finalizo, mirándolo a los ojos, antes de ponerse nervioso por utilizar el nombre de pila de Rengoku. Pero no pudo ofrecer una disculpa por el atrevimiento de llamarlo así, ya que había visto como Senjuro comenzaba a llorar nuevamente.
-...Mi hermano no tenía Tsuguko...-Miró al patio en donde solían entrenar-Debería haber sido yo. Debería haber acumulado proezas para ser un Pilar de reserva. Pero mi nichirinto...no cambio de color. Dicen que la katana no cambia de color si no tienes cierta habilidad empuñándola-Apretó con fuerza sus puños-...Y por mucho que me entrenara...la mía no cambió-Pese a que las lágrimas rodaban por sus mejillas hasta caerse al suelo, la sonrisa en su rostro no se fue nunca-Abandonaré la idea de ser espadachín...Buscaré otra forma de ayudar a la gente. Se romperá la linéa de sucesión histórica del Pilar de la Llama...pero creo que mi hermano...me lo perdonaría-De solo recordar la sonrisa de Kyojuro la calma volvía a su cuerpo.
-Recorre el camino que creas correcto. Y si alguien habla mal de ti por ello, le daré un cabezazo-Trató de hacerlo sentir mejor.
-No deberías hacer eso-No se sentía para nada mejor.
-...-
-...-
-...-
-...-
-...-
-Y bueno...¿Cómo a estado Rengoku-Sama?-Preguntó, sin saber que otra cosa más decir.
-...Él...ha estado tan bien como puede esperarse-Respondió el pequeño, volviendo a tener una sonrisa en su rostro-Gracias por preguntar. Nadie a venido a visitarnos-
-...Sí no te importa...-
-Adelante, dime-
-...¿Puedo...puedo verlo?-Se sentía un poco avergonzado por hacer tal pregunta.
Senjuro lo miró un poco extrañado, nunca antes habían venido a visitar en el poco tiempo que había transcurrido, por lo que no pudo evitar alegrarse por la pregunta de Tanjiro-Claro-Contestó con una gran sonrisa-Sígueme, por favor-Le pidió, para luego comenzar a guiarlo por un largo pasillo.
-Te lo agradezco. De verdad tenía muchas ganas de verlo-
-No te preocupes. Estoy seguro de que se alegrara de saber que estas aquí. Eres una buena persona, y eso que apenas nos conocemos. Kyojuro se pondrá feliz-Entonces llegaron al final del pasillo, en donde había una gran puerta corrediza-Hermano, alguien vino a verte. Vamos a entrar-Avisó, como era costumbre en él, antes de deslizar la puerta lentamente, dejando a la vista una gran habitación bien iluminada gracias a que la puerta del otro extremo, la que daba al patio, estaba abierta de par en par. La habitación se veía como una normal, pero hermosa, con las paredes pintadas de verde alga y decoraciones de madera en las esquinas.
Ambos jóvenes se adentraron en la habitación, siendo Tanjiro el que se encontraba un poco nervioso. No había visto a Rengoku desde aquella batalla contra la Luna Superior 3, y tenía algunas cosas que decirle, pero parecía que aquello se le iba a dificultar.
-...Cuando el cuervo de mi hermano dio el mensaje, yo, literalmente, me derrumbe a llorar. Solo después corrí a decirle a mi padre, pero él me lanzó la jarra de Sake que tenía en las manos en aquel momento-Habló Senjuro, sentándose lentamente a un lado del gran futon armado en el centro de la habitación, mientras palpaba el suelo a su derecha, en señal de que Tanjiro se sentase a su lado-En ese momento no pude dejar de llorar, hasta que dieron el nuevo aviso, que tal vez no era tan diferente, pero gracias a eso...mi hermano esta aquí conmigo-Dijo, con las lágrimas saliendo de sus ojos nuevamente, mientras posaba su mano en el pecho de Rengoku, que estaba recostado cómodamente en el futon-No se que es lo que deseaba Kyojuro, pero yo no pude evitar volverme egoísta. Pienso...que el coma de Kyojuro, sin duda es mejor que la muerte...Aunque él no pueda despertar nunca, va a estar a mi lado, siempre que lo necesite...Pero...¿Por qué no puedo dejar de sentirme mal? ¿Por qué no hago más que sentir asco por mí mismo?-Se preguntó, rompiendo a llorar, mientras Tanjiro volvía a abrazarlo-...¡Solo quiero que mi hermano no me deje solo! ¡Pero ahora Kyojuro tiene más probabilidades de morir en ese estado! ¡Y sí despierta algún día, serían en unos años, cuando yo ya no sea capaz de cuidarlo por estar cuidando a la familia que quiero formar!-Gritó, desahogándose en el hombro de Tanjiro, mientras que el omega liberaba sus feromonas olor a fresa para calmarlo.
-Se como te sientes...-Le acarició el cabello con cariño-Yo también perdí a personas muy importantes en mi vida. Yo también me sentía mal y débil por no poder hacer nada, tal y como ahora. Pero se que, con el tiempo, aunque la herida siga estando presente, incluso luego de haber cicatrizado, seguirás adelante. No es egoísta pensar en querer tener a tu hermano contigo, cualquiera lo desearía...incluyéndome. Mi madre solía decir que "Cuando realmente quieres algo, si lo deseas con todas tus fuerzas, tarde o temprano se te va a cumplir. Pero recuerda, que lo que desees debe ser algo posible"-
Entonces Senjuro lo miró, aún con las lágrimas en sus ojos, las cuales Tanjiro limpio con sus pulgares, mientras le daba una bella sonrisa, calmándolo por completo. Por algún motivo, Senjuro se sentía muy a gusto con Tanjiro.
-¡Oh! ¡Cómo pude olvidarlo!-Exclamó de la nada, sorprendiendo un poco a Tanjiro-¡No le cambie las vendas a Kyojuro!-Entonces se levantó, comenzando a correr casi por toda la habitación en busca de diferentes cosas.
Tanjiro lo miraba un poco extrañado, hasta que notó que era lo que hacía Senjuro, ya que el pequeño estaba agarrando unas cuantas vendas, algunas botellas y otras cosas que no lograba descifrar que eran-Eh...¿Necesitas ayuda?-
-Si quieres ayudarme, te lo agradecería mucho-Volvió a donde estaba sentado antes para dejar las cosas que tenía en mano en el suelo.
-¿Necesitas que traiga algo más?-
-Tráeme unas dos cubetas con agua, no deben de estar tan llenas. Ve al patio directamente por la puerta de aquí-Le señaló la puerta con el dedo.
-Sí-Y se fue lo más rápido posible.
-Bien hermano, es hora de cambiar esas horribles vendas-Le avisó, como ya era costumbre.
-Aquí están-Entró nuevamente luego de unos minutos con dos cubetas casi llenas de agua-¿Algo más?-Se las dejó a un lado.
-Si, necesito que, en cuanto termine de lavar mis manos, tu hagas lo mismo y me ayudes con Kyojuro-Le pasó un par de guantes quirúrgicos-Normalmente lo hago solo, pero un poco de ayuda no me vendría mal-Lavó meticulosamente sus manos con el agua de una de las cubetas y delicadamente las secó con una toalla que había colocado en su regazo-No toques el agua de la otra cubeta, esa es la que vamos a utilizar para esto-
-Está bien-Respondió Tanjiro, haciendo el mismo procedimiento que Senjuro, antes de ponerse los guantes-Bien, ¿ahora qué?-
-Ayúdame a retirar con cuidado el vendaje de ayer-Le entregó unas pinzas-Debe ser con cuidado, la sangre se seca y crea costras que se pegan al vendaje, por eso debes de hacerlo con mucho cuidado o te llevaras las costras con el vendaje, provocando sangrado, y por ende, más costras-
-Comprendo-Empapó las pinzas en alcohol y comenzar a retirar con cuidado el vendaje, con un poco de ayuda de Senjuro, que de inmediato mojaba las zonas con una esponja húmeda.
-La señorita Shinobu-San me dio un jabón especial para este tipo de quemaduras, ella misma lo hizo. ¿Puedes limpiar la zona, mientras yo preparo el nuevo vendaje?-
-Claro-Respondió, feliz de ayudar, pero a la vez un poco nervioso, ya que la quemadura de Rengoku se veía realmente horrible e incluso había soltado un poco de sangre-(Despacio...Despacio...)-Senjuro se le quedó mirando, notando la delicadeza con la que limpiaba la quemadura ya un poco mejor de su hermano Kyojuro. Las manos de Tanjiro temblaban levemente, pues estaba temeroso de hacer algo mal, pero aún así se mantuvo firme y continuo-Ya...ya esta-
-Bien-Entonces comenzó a colocar un poco de ungüento de un tono verdoso en la gran quemadura, esparciéndola bien por cada rincón de está misma-Este ungüento también lo creo Shinobu-San. Está hecha con aloe vera, un poco de miel, antibióticos y otras cosas que no termine por entender. En pocas palabras, esta hecha de todas las cosas que reducen el dolor, evitan infecciones y sanan más rápido la quemadura-
-Vaya, que increíble-Expresó, mientras ayudaba a Senjuro a colocar con cuidado la nueva capa de vendajes, a la cual también le aplicaron gasa para mantenerlo en su lugar-¿Ya está todo en su lugar?-
-Si, muchas gracias-Agradeció mientras se quitaba los guantes-Hacer esto todos los días es realmente un poco difícil-
-¿Tu padre no te ayuda?-
-No...Desde que trajimos a Kyojuro de vuelta a casa, padre no lo ha venido a ver ni una sola vez-Contestó, un poco triste-Pero no importa, yo solo puedo encargarme de mi hermano-Le mostró una gran sonrisa-Claro, necesito ayuda algunas veces, pero lo mejor es no molestarlo para nada-Finalizo, volviendo a acomodar la ropa de Kyojuro y arroparlo nuevamente-¡Oh! Ya se va a hacer de noche. Perdona si te entretuve por mucho tiempo-
-No te preocupes. De todos modos, ya pude hacer lo que él quería...y lo que yo quería-Habló, levantándose.
-Espera un poco, iré a dejarte a la salida-Dijo Senjuro, luego de arrojar toda el agua de las cubetas al patio.
♡Ser madre no es fácil♡
-Intentaré reparar el tomo del antiguo Pilar de la Llama-Ambos ya estaban fuera de la residencia-También examinaré otros. Hablaré con mi padre y enviare un cuervo si descubro algo-Habló con una sonrisa-Me alegro de que habláramos. Ve con cuidado-Se inclinó ante Tanjiro.
-Yo también me alegro. Muchas gracias-Ahora Tanjiro era el que se inclinaba ante Senjuro-Gracias por permitirme ver a Rengoku-Sama una vez más-
-No lo digas como si fuese una despedida. Puedes venir cuanto quieras-Le aclaró con una hermosa sonrisa-Por cierto, Tanjiro-Volvió a hablar, mientras buscaba algo entre sus ropajes-Acepta esto, por favor-Entonces le mostró algo envuelto en un pañuelo violeta-Es el guardamano de su katana-Se lo enseñó.
-N-No puedo aceptar algo tan valioso-Se negó, un poco nervioso.
-Quiero que lo tengas tú-Se lo volvió a decir, con una sonrisa-Sé que te protegerá-Y con eso, Tanjiro lo miró sorprendido, antes de que Senjuro lo dejase en sus manos-Sé que...Kyojuro hubiera estado de acuerdo...Sé que apenas y nos conocimos hoy...pero...me di cuenta de que mi hermano era alguien muy importante para ti. Así que...por favor, no lo rechaces-
Tanjiro miró el guardamano de Rengoku, que también poseía un poco de sus feromonas aún intactas pese al tiempo, aquello solo lo hizo sonreír-...Gracias...-Miró el objeto entre sus manos con cariño, y con algo de pesadez en su corazón, pues realmente deseaba volver a sentir un gran abrazo de su parte.
Senjuro notó como Tanjiro miraba con amor el guardamano de su hermano, un objeto perteneciente a la familia Rengoku, y que ahora le pertenecía a ese omega. Sus feromonas le daban a entender cuales eran los sentimientos que tenía por Kyojuro, pero parecía que ni él mismo sabía como se sentía realmente-(...Este chico...realmente desea estar con mi hermano...)-
-...Gracias...Muchas gracias...-
-...No te preocupes-
♡Ser madre no es fácil♡
-Con permiso-Habló, antes de abrir la puerta lentamente-¿Ya regresó, padre?-Preguntó, asomándose un poco por la puerta-Antes...-
-¡Cállate! No tiene importancia. Vete-Gritó en un tono severo.
-Pero...Kyojuro...-
-Estupideces-Escupió en tono seco-De seguro solo me insultó. Estoy convencido. ¡Largo!-Le volvió a gritar.
Senjuro lo miraba triste, pero no podía hacer nada más que obedecer-De acuerdo...-Se resignó, pues hablar con su padre era completamente imposible. Pero, estando a punto de irse, tomó el valor para hablar nuevamente-...Que cuide su salud...Eso fue lo unico que quería decirte Kyojuro...-Finalizó, para esta vez irse lentamente, tratando de no molestarlo más de lo que seguramente ya había hecho.
Shinjuro Rengoku se quedó mirando el horizonte, completamente perdido en sus pensamientos. La palabras "Me voy, padre" resonaban en su cabeza, siendo esto lo último que pudo escuchar de su hijo mayor, Kyojuro, que ahora se encontraba postrado en cama, sin la posibilidad de despertar prontamente.
Con fuerza agarró la nueva jarra de Sake que se encontraba a su lado, con la intención de darle un gran sorbo a esta. El alcohol había sido su unico consuelo durante años, luego de haberse rendido como Pilar y abandonar tanto la profesión como el cuidado de sus hijos, quienes ya habían perdido a su madre a una temprana edad, siendo su hijo menor, Senjuro, el que ni siquiera poseía un recuerdo de ella.
Pero entonces, estando a nada de beber, dejó la jarra nuevamente a su lado, sucumbiendo finalmente al dolor. Dolor que se había guardado luego de la muerte de su esposa hace tantos años, que finalmente salían con el reciente estado de su hijo, que se encuentra entre la vida y la muerte.
-(Kyojuro...)-Pensó, pues no se atrevía a pronunciar el nombre de su hijo, no luego de todo lo que había dicho ya-(Kyojuro...)-Con un rio de lágrimas corriendo desde sus mejillas hasta caer al suelo desde su barbilla, dejo que el dolor lo abrazara, pues ya no podía seguir escapando de este, no luego que lo encontrara nuevamente-...Kyojuro... -
♡Ser madre no es fácil♡
-¿Tengo fiebre?-Tocó levemente su frente-Me duele todo el cuerpo. Dios, mamá va a estar muy enojado...-Estaba ligeramente preocupado, pues Giyuu enojado daba mucho miedo-Ya estamos llegando, Nezuko. No te preocupes, le diré a mamá que te hice venir conmigo, para que no te regañe-Miró a la caja en donde se encontraba su hermana, pues la había llevado con él.
Pero, en cuanto volvió a ver al frente, se topó con un Haganezuka completamente enojado, con un aura aterradora que se lograba ver con facilidad y con cuatro cuchillos, teniendo uno en cada mano y los otros dos amarrados a los lados de su cabeza con el pañuelo que solía utilizar para cubrir su cabello.
-¡Haganezuka!-Exclamó Tanjiro, asustado de verlo así.
-¿Cómo pudiste perder la katana? Mereces la muerte ¡Mereces la muerte!-Gritó, mientras comenzaba a perseguir a Tanjiro, quien no tubo otra opción más que salir huyendo por la misma dirección de la que ya venía.
-¡Lo siento! ¡Lo siento muchísimo!-Trató de calmarlo, pero obviamente sin éxito.
La persecución duró hasta que ya había anochecido por completo, estando Tanjiro subiéndose a los arboles con tal de desviarlo, pero Haganezuka lograba encontrarlo estuviera donde estuviera. En algún punto, a Tanjiro se le ocurrió ir a la entrada principal de la sede, con la esperanza de encontrar a alguien allí que lo ayudase, por lo que, con las fuerzas que le quedaban, emprendió su camino hasta allá, con un Haganezuka pisándole los talones.
♡Ser madre no es fácil♡
-¿Ya notaron que Tomioka-San lleva mucho tiempo parado en cerca de la entrada?-Interrogó la omega de mechones verdes-¿Estará esperando a alguien?-
-De seguro solo esta tratando de llamar la atención-Respondió el alfa heterocromático-Al igual que siempre. Solo esta allí creyéndose mejor que todos-
-Y ahora se cree más por tener largas charlas con el Patrón por las tardes en su Finca-Habló ahora el alfa albino, que no perdía la oportunidad de hablar mal de su compañero Pilar-Y todo porque ahora es "mamá"-Dijo entre comillas, obviamente burlándose.
-Iguro-San. Shinazugawa-San. Por favor, no hablen mal de Tomioka-San-Pidió la omega-Debe de estar esperando a alguien. Por favor no hablen mal antes de mirar-Les rogó, siendo contestada casi al instante con un "sí" por parte del azabache.
-Tks. Como sea-Dijo el alfa albino, teniéndole algo de respeto a su compañera, pero eso no evitó que siguiera mirando mal a Giyuu.
-¡Giyuu!-Gritó alguien que se acercaba corriendo hasta el Pilar del Agua-¿Estás bien? Llevas parado aquí casi dos horas-Le habló uno de los cazadores de rango inferior, mientras lo abrazaba por atrás, completamente cansado por haber corrido.
-¿Acabas de decir que llevas casi dos horas observándome?-Preguntó Giyuu, volteando ligeramente su cabeza para mirarlo-No me sorprende, no tratándose de ti, Murata-No se veía para nada sorprendido.
-¡Qué malo!-Exclamó, abrazándolo con más fuerza-Y yo aquí dándote cariño-
-No te lo pedí-
-¡No se supone que me lo pidas!-Volvió a exclamar el azabache-No deberías pedir cariño a nadie. Es más lindo cuando alguien te da su cariño cuando no te lo esperes-
-De ti me lo esperaba-Contestó, inclinando un poco su cabeza a la derecha, para que Murata acomodara mejor la suya-Siempre haces lo mismo-
-Entonces hare algo nuevo-Mencionó, antes de darle un rápido beso en el cuello, que dejo a Giyuu, y a los otros Pilares presentes, completamente sorprendidos.
-¡Murata!-Gritó, empujándolo-¿Acaso quieres que mis hijos vuelvan a perseguirte con piedras en las manos?-Pero entonces, Murata colocó una de sus manos en la cintura de Giyuu, para luego inclinarlo.
-Con tal de que me llamen papá, estoy dispuesto a correr el riesgo-Le dijo con un tono de voz que le causo un escalofríos a Giyuu.
-¡KYAAAA!-Exclamó Mitsuri, ya no pudiendo resistir las ganas de gritar-¡No sabía que Tomioka-San tenía novio!-
-Él no es...-Iba a seguir hablando, pero en eso vio como Tanjiro entraba corriendo, notoriamente cansado-¡Tanjiro!-Exclamó, antes de soltarse de Murata y ver como el omega menor lo abrazaba, permitiéndose descansar un poco-¿En donde diablos estabas? ¿Tienes idea de lo preocupado que me tenías?-
-Lo...-Respiró un poco-...Lo...siento...-Logró decir, antes de apoyar su cabeza en el pecho de Giyuu-...Haga...nezuka...-Trató de hablar-...Él...perseguir...-
-¿Quien? ¿Haganezuka?-Interrogó, apenas entendiendo las palabras de Tanjiro-¿Haganezuka te estaba persiguiendo?-Volvió a preguntar, recibiendo un asentimiento por parte de Tanjiro, que aún trataba de recuperar el aire perdido
-¡Muere!-Exclamó el antes mencionado, que cayó de rodillas, casi al instante, gracias a una gran oleada de feromonas que Giyuu le había lanzado.
-¿Te atreves a perseguir a mi hijo por una mísera katana?-Interrogó, utilizando un tono de voz que estremeció un poco a los presentes-Puedes hacer muchísimas más, ganas dinero con eso ¿Y te molesta que te encarguen otra?-
-T-Tomioka-Sama...-Estaba nervioso, era la primera vez que un omega dominante le daba miedo.
-Hace lo que tengas que hacer, y te vas-Había utilizado su voz dominante, cosa que estremeció un poco a Obanai y Sanemi, mientras que Mitsuri estaba divertida con la confrontación.
-¡S-Sí!-Exclamó-Ya deje la caja en la Finca Mariposa. Me lo encontré en cuanto estaba saliendo...-
-Yo no te pedí una explicación. ¡Vete!-Le volvió a ordenar, solo para ver como Haganezuka se iba lo más rápido que podía-Y tú-Miró a Tanjiro-Tú sí que me debes una buena explicación-
-Lo sé...-Respondió, todavía con la frente pegada al pecho de Giyuu.
-Más te vale tener una buena excusa-Comenzó a jalarlo del brazo, devuelta a la Finca Mariposa.
-Sí...-Respondió, siguiendo a Giyuu, con la vista en el suelo.
-Nos vemos mañana, Murata-Se despidió.
-¿Es una cita?-Preguntó en tono inocente, antes de que una piedra le golpeara la cara, cortesía del mismo Giyuu-¿Eso es un sí?-Pero entonces ambos omegas ya habían desaparecido.
-¿Es enserio? ¿Tomioka?-Preguntó Sanemi, sin poder creérselo.
-¿Por qué no?-Contestó Murata, mirándolo con una sonrisa-Giyuu es el omega más hermoso que he visto. Y si tengo la oportunidad para estar con él, no la desaprovechare-Respondió, antes de dar una reverencia a los Pilares y retirarse mientras tarareaba una canción que nunca antes habían escuchado.
Los tres Pilares se miraron entre ellos, para luego volver a mirar a Murata, que ya había avanzado un poco. Iguro y Sanemi no eran capaces de procesar aquella información correctamente, ¿Alguien enamorado de Giyuu?, definitivamente no se lo podían creer. Mitsuri, por otro lado, solo pensaba en lo desilusionada que se sintió por no ver un beso entre su amigo y aquel beta.
-Está demente...-Dijeron los alfas al mismo tiempo, pensando en las palabras de Murata.
-¿Eh?-Interrogó la omega, mirándolos a ambos por no haber entendido.
Dios, sin duda, los futuros acontecimientos serían muy interesantes.