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Al mirarlos a ambos, el Dr. Zhao dio una sonrisa de disculpa y negó con la cabeza.
El corazón de Qiao Lian se hundió al ver su expresión.
Shen Liangchuan frunció el ceño.
Sus rostros hicieron que el Dr. Zhao se diera cuenta de que les había dado una impresión equivocada, así que rápidamente dijo:
—No es lo que piensan. El informe de la exploración muestra que en realidad no hay nada mal con la mano de la señorita Qiao.
—¿Nada mal? —Qiao Lian estaba aturdida y miró su mano.
Shen Liangchuan estaba perplejo por el comentario del Dr. Zhao y lo miró con interrogante.
El Dr. Zhao dijo después de un suspiro:
—No se puede decir que haya algo mal en esta forma de examen. Además, la mano de la señorita Qiao se ha recuperado razonablemente durante estos años. En realidad, no tienes ningún problema con las actividades diarias normales.
Qiao Lian asintió. —Pero cuando quiero jugar a juegos, yo
Suspirando de nuevo, el Dr. Zhao dijo: