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Las pupilas de Qiao Lian se contrajeron de inmediato cuando se dio cuenta. No es de extrañar que en este día de cada año, ambos desaparecieran. Entonces, ¿habían ido a ofrecer oraciones a la hermana de Song Yuanxi?
Mientras pensaba esto, Song Yuanxi continuó, —Qiao Lian, no hay manera de romper el lazo que mi hermana tiene en el corazón de Hermano Liangchuan. Solo hay una persona que él ha amado y amará profundamente, ¡y esa es mi hermana! ¿No lo entiendes?
¿No lo entendía?
¡Por supuesto que sí!
La muerte de Zi Chuan la había conmovido tanto. A pesar de que él había muerto, seguía tan vivo en su corazón. Por supuesto que entendía.
Shen Liangchuan no podía soltar a su primer amor.
Así como ella no podía soltar a su Zi Chuan.
En los últimos dos días, había trabajado terriblemente duro para no pensar en él. Pero la forma en la que se había entregado al trabajo y el vacío que sentía por dentro, todo le decía que no podía soltarlo.