Capítulo 11: Familia Ashengrotto (Pt. 2)
Ambos miembros de Onboro habían regresado a su dormitorio, pidiendo Yuu que no lo molestaran por un rato. Grim estaba en la sala viendo las escaleras, después de hablar con la familia Leech había notado que el chico estaba más pensativo de lo normal.
—Oye Grim, ¿será buena idea que lo dejemos solo?— Pregunto Phinny, apareciendo junto a los demás fantasmas. El felino estaba indeciso, por un lado, no le gustaba ver a su amigo así de conflictuado, pero tampoco quería meterse en líos, esa semana se supone debía ser divertida.
—Mo, ¡no lo sé!, el psicólogo es él, yo solo soy genial…—se quejaba Grim con los fantasmas, aún molesto se paró y fue a la salida del edificio.
—¿A dónde vas Grim?— preguntaba curioso Gustav mientras lo seguían.
—¡Voy a resolver esto!— gritaba orgullosos el felino, los fantasmas lo miraron y sin contenerse se echaron a reír, —¡No se burlen de Oresama!, yo también soy capaz de resolver conflictos— se quejaba el felino cruzado de brazos.
—Lo siento Grim, es solo que no creo que quemar a todos sea una terapia aprobada— se burlaba Ezrael del gato.
Grim camino molesto a la entrada, antes de abrir la puerta se volteó a ver a los fantasmas, —Les demostraré que el gran Grim es capaz de resolver este caso antes de la cena.
Con total determinación, el felino abrió la puerta de golpe, solo para encontrarse con un hombre alto en un lujoso traje, sonriendo, hizo que una fila de dientes afilados paralizara a los habitantes de la casa.
—Hola.
…
Ajeno a lo que ocurría en la planta baja, Yuuya tenía un gran enredo en su mente. La lógica le decía que no podía meter sus emociones en el problema de los Ashengrotto, pero su corazón no podía evitar sentir cierto rechazo hacia el padre de Azul.
—El señor Ashengrotto compro el restaurante para mantener a su familia, sin embargo, uso su magia única para tomar decisiones para este. En un inicio todo iba bien, pero Clarión comenzó a confiar para todo en su magia, cosa que termino por traerle varios problemas— había explicado el señor Leech.
El resto de la historia no fue difícil de adivinar, seguramente Clarión se habría sentido tan presionado que termino por desquitar su frustración con su exesposa e hijo.
"Los Leech atribuyen lo que paso a la magia única del papa de Azul" pensaba Yuu.
El chico estaba acostado en su cama, suspiro y cubrió su rostro con una de las almohadas, —Eso nunca justificará dañar a alguien que quieres— decía el chico, mientras la imagen de su abuela aparecía en su mente.
—¡YUUYA!— los tres fantasmas entraron a su cuarto.
—¿Ahora qué paso?— decía espantado el chico, de un salto bajo de su cama. —¡Es terrible!, un sujeto se llevó a Grim!— decía angustiado Phinny, —Un tipo muy alto y con dientes afilados se lo llevo.
El chico trató de recordar quién podría encajar en esa descripción, solo una vino a su mente.
—Seguramente se lo llevo a Octavinielle, iré por él— dijo Yuu preocupado por el felino, los fantasmas lo vieron salir del dormitorio desde la ventana.
—Chicos… ¿Yuu no se enojará cuando se entere de que Grim se fue voluntariamente?— pregunto Ezrael a los otros dos, —Puede, pero tendremos la casa libre al menos por unas dos horas— decía contento Gustav.
…
Yuu llego a Octavinielle lo más aprisa que pudo, al primer lugar que fue a preguntar fue al Monstro Longe.
—Oye, ¿a ti que te pasa?— lo detenía un estudiante a la entrada.
—Vengo por mi gato, creo que lo secuestraron— explicaba ansioso el chico, el estudiante de Octavinielle lo miro como si hubiera contado un chiste, —Grim ha estado comiendo con los padres del líder de dormitorio desde hace rato.
El chico lo dejo pasar, y efectivamente, Grim comía de forma animada junto al abogado.
—Hijos de la gran…
—¿Qué estás haciendo aquí?
Azul estaba parado atrás de él.
Yuu noto que el chico no vestía su uniforme, en su lugar tenía un traje elegante color gris con una camisa lila pálido, además de una corbata negra con detalles de caracoles morados.
—Wow, te ves bien— soltó sin pensar Yuu, gracias al alago Azul relajo su semblante.
—Bueno, después del fiasco de la mañana, pensaba tener algo de tiempo de calidad con mi familia, y quería lucir bien para la ocasión— decía el chico luciendo su traje.
Yuu solo asintió, iba a ir por su amigo cuando Azul lo detuvo nuevamente.
—Aprovechando que estás aquí, te quería pedir que por favor no te metas en los asuntos de mi familia— decía Azul serio, —Tengo entendido que ayudaste a las familias de Riddle y Leona; sin embargo, yo no…
—No te preocupes— lo interrumpía Yuuya, —Yo… tuve una plática con los padres de los gemelos… la verdad, lo que tu padre les hizo a ti y a tu mamá es imperdonable… así que de mi parte no te preocupes, en realidad te apoyo.
Las palabras del chico sorprendieron a Azul, este río y palmeo el hombro de Yuuya. —Es bueno ver que entiendes, en fin, quédate si gustas y pide algo, será cortesía de la casa— dijo Azul antes de alejarse.
Yuu se encogió de hombros, no le diría que no a la comida gratis. Camino por el local buscando un lugar libre cuando…
—Oye Yuuya, ¡por aquí!— gritaba Grim desde su mesa.
De malas el chico se acercó a este, el felino noto la molestia en su amigo.
—En mi defensa… lo que los fantasmas te hayan dicho no es cierto— se encogía Grim en su asiento.
—No, ya me di cuenta de que no estás secuestrado.
—¿Secuestrado?— decía el señor Selachi poniéndose de pie, su semblante parecía muy molesto, el chico sintió como si sus pies se hubieran quedado clavados en el piso.
Antes de que Yuuya pudiera disculparse, él merman se echó a reír junto a su esposa.
—Cariño, ya te había dicho que no molestaras a los amigos de Azul— decía Majorelle mientras se secaba unas lágrimas, —Perdón, los humanos jamás cambian— replicaba Nethuns.
Antes de que pudiera reaccionar, Yuu ya estaba sentado en la mesa en medio de la plática/interrogatorio de los padres de Azul. Después de convivir un poco con ellos, el chico llego a la conclusión de que los Merfolks simplemente tenían un sentido del humor diferente al de los humanos.
Pasados unos minutos de plática, Majorelle se disculpó para ver si su hijo estaba listo, antes de retirarse le dio un beso a su esposo, era notorio el cariño que se tenían.
—Hacen una bonita pareja— expresaba Yuu.
—Es la mujer más fuerte que jamás he conocido, ella y Azul son mi mundo— a pesar de enseñar sus colmillos, la sonrisa que se dibujó en el rostro del señor Selachi era dulce, —Y como tal, es mi deber procurar su bien… aunque sea algo que ellos no quieran— decía con un tono más serio.
—No tenemos mucho tiempo antes de que mi mujer regrese— decía en voz baja Nethuns, —Joven, me gustaría que ayudara a mi esposa e hijo para que hagan las pases con Clarión Ashengrotto.
Esto dejo sin palabras a Yuuya, ¿había escuchado bien?
—Ya sé, lo que pido es extraño, pero…
—¡Volví!
La voz de Majorelle les saco un respingo a los ocupantes de la mesa, esta, sin embargo, no le dio mayor importancia, o eso creyeron.
—No pude escuchar todo, pero si alcance a oír que mencionaron… el nombre que no se pronuncia…— la sonrisa de la mujer era más aterradora que la de su marido.
El menor suspiro, se lo había prometido a Azul… pero no podía ignorar un pedido tan sincero como el del señor Selachi.
—Em… señora Ashengrotto…
—Chico, agradezco tus intenciones, no obstante ni mi hijo ni yo, y espero que mi marido tampoco, estamos interesados en saber nada de mi expareja— expresaba lo más amable que podía Majorelle.
—Él… alguna vez fue una buena persona; aun así, no puedo perdonar todo lo que nos hizo pasar…— decía un poco más relajada la mujer.
El silencio reinó la mesa, Nethuns tomo la mano de su esposa en una disculpa silenciosa. Yuu suspiro, era hora de usar sus propios traumas para ayudar a otros.
—Aunque no lo crea… la entiendo señora Ashengrotto— comenzó a explicar el chico, —Yo… también tengo a alguien que nos hizo mucho daño a mi mamá y a mí, y hay muchas cosas que me gustaría decirle y que nos explicara… lamentablemente esa persona ya no está en este mundo.
Ambos adultos miraron al menor, Grim en particular sintió que empezaba a conocer un lado de su amigo que nunca había visto.
—Al final, tanto Azul como usted son libres de hacer o no hacer lo que quieran, pero si tienen la oportunidad de decir todo lo que tienen guardado a esa persona, háganlo, no es lindo cargar cosas que ya no podrás decir…
Unas lágrimas silenciosas escaparon de los ojos de Majorelle.
—¡Y listo!, ya nos podemos ir…— la voz de Azul sorprendía a todos, —¿Está todo bien?— pregunto el chico al ver a su madre y notar mejor el ambiente de la mesa.
—¡Claro cariño! No te preocupes— decía la señora Ashengrotto poniéndose de pie junto a su marido, —Fue un placer hablar con ustedes, nos vemos luego— se despedía el señor Selachi.
Azul dejo que sus padres se adelantaran, antes de que Yuu pudiera reaccionar, Azul lo retuvo con fuerza por el hombro.
—Te lo advierto prefecto, no quiero ningún sonido de ti.
…
Nuevamente solos y caminando cerca del bosque, Yuuya y Grim platicaban animadamente, los dos queriendo evitar el tema de lo que había ocurrido en Octavinielle.
—Y… ¿Qué quieres cenar?— decía Grim comenzando a quedarse sin temas de conversación.
—Por Dios Grim, aún seguimos caminando para bajar la comida, ¿y ya tienes hambre de nuevo?
—¡Soy un chico en crecimiento!
—No me abra los ojos que no le voy a echar gotas…
Yuu se quedó callado, por algún motivo se sentía observado. No fue el único en notarlo, Grim también comenzó a olfatear el aire, el único problema fue que…
—¡Huele a pescado fresco!— grito el minino antes de salir corriendo, de malas Yuu tuvo que correr detrás su compañero.
Ambos terminaron muy alejados del castillo, el chico pensó que si alguien los atacaba sería imposible pedir ayuda.
El felino se detuvo finalmente en un claro.
—Moo, perdí el olor— se quejó cabizbajo, —Parce, ¿eres consciente de que podríamos haber caído en una trampa?— dijo el chico recuperando el aliento.
Ambos miraron alrededor, además del viento en las hojas, nada más hacía ruido. Grim volvió a sentir el olor a pescado, cerca de ellos una rama se rompió, revelando aún sujeto cubierto por una capucha.
Este al verlos hecho a correr, —¿Clarión?— dijo Yuu al reconocer brevemente el rostro oculto del sujeto.
—No puedo creerlo, pero… ¡Atrápalo Grim!
Ambos estudiantes persiguieron al adulto, aunque era veloz, este corría de forma anormal, posiblemente resultado de ser esta su primera vez en tierra firme.
Al estar concentrados en alcanzar a Clarión, ninguno se dio cuenta de las trampas en el piso del bosque, posiblemente dejas allí del último Bean fest. Como resultado, ambos cayeron en una de estas.
—Puaj, creo que me trague una hoja— se quejó Yuu después de sobarse la cabeza.
—Al menos caí en algo blando— dijo Grim parándose del estómago de chico.
Ambos miraron a su alrededor, si nadie los encontraba se quedarían en ese agujero por mucho tiempo.
Una rama gruesa los espanto, uno de los extremos era sostenido por Clarión.
Grim se subió al hombro de Yuu y este los saco del agujero trepando por la rama. Al estar fuera vieron que él merman se había quitado la capucha, los miraba con un semblante tenebroso, haciendo que ambos alumnos consideraran regresar al agujero.
—… Bye— dijo nervioso Clarión echando a correr lejos de los chicos.
Estos lo miraron con cara de póker antes de volver a perseguirlo.
…
Convencer al sujeto de que no le harían daño les tomo casi una hora. Temiendo que alguien los viera fueron de regreso a su dormitorio… pasando por alto la fiesta que los fantasmas se habían montado. Los tres fueron a la cocina, donde casi no se encontraban fantasmas.
—Que ambiente…— dijo Clarión sonriendo nervioso.
Tanto Yuu como Grim miraron extrañados al sujeto, no se parecía a nada de lo que habían imaginado, —Oye, ¿no te recuerda a alguien?— dijo en voz baja Grim, Yuu también noto cierto parecido del hombre con el líder de Ignihyde.
—Ya sabemos que los gustos de Azul son producto de sus Daddy issues— contesto también en voz baja Yuu.
El señor Ashengrotto vio a los chicos cuchichear entre ellos, suspirando, estaba dispuesto a salir cuando una bola de fuego azul detuvo su huida.
—Aún no hemos dicho que te puedes ir— dijo amenazante Grim.
El sujeto se encogió en su lugar, Yuu rodó los ojos, ¿se habían equivocado de persona?
—Esto… solo quiero hablar un momento con mi hi… con Azul, después de eso me iré— menciono Clarión, a pesar de que se notaba el miedo que tenía, también había un poco de determinación en su voz.
Yuu no sabía qué hacer.
Lo más sensato hubiera sido contactar a Oohel, pero quería demostrar que podía tomar esto de forma imparcial.
—Tú… te ves raro— trato de romper el hielo el chico.
Clarión se encogió en su lugar.
—No tenía mucho dinero… así que no pude comprar una poción tan efectiva— explico él merman volviendo a ponerse su capucha.
Yuu se regañó mentalmente por su comentario imprudente.
—Esto… no te ofendas, pero ni Azul ni la señora Ashengrotto te quieren cerca, ¿por qué insistes en querer hablar con él?— pregunto con la mayor paciencia que pudo Yuuya.
Dependiendo de su respuesta vería si lo ayudaba o respetaba el pedido de Azul.
El señor Ashengrotto bajo la mirada.
—Yo… sé que no fui el mejor padre para Azul, y que lastime a mi esp… a Majorelle. Solo quiero que sepan que lo siento mucho, si me perdonan … Bueno… yo solo deseo pedirles que me disculpen, sobre todo a Azul.
Por alguna razón una lágrima escapo de los ojos de Yuu, la cual se limpió de inmediato.
Suspiro, después se enfrentaría a la muy posible ira del cecaelia.
—Veré cómo traigo a Azul, usted quédese aquí.
…
En uno de los árboles cerca de Onboro, Oohel veía todo lo que ocurría.
Profesionalmente hablando, ese era un buen momento para intervenir, pero una parte de elle quería ver cómo se desarrollaba la historia.
—Espero que no olvides lo que te dije Yuu— dijo el hada desapareciendo detrás de varios brillos.
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