Este joven era Huang Ke.
Detrás de Huang Ke, había un hombre corpulento.
En este momento, Huang Ke también vio a Lu Ming y a los demás. Sin embargo, no mostró ningún miedo. En cambio, se burló.
—¿Qué está pasando? —Lu Ming se acercó y preguntó frunciendo el ceño.
—Así que es el ejército de aplicación de la ley. Esta persona me ofendió y fue decapitada por mí. ¡Pueden recoger su cuerpo! —Huang Ke puso sus manos detrás de su espalda y echó un vistazo casual a Lu Ming.
—¿Tú lo mataste? Esta persona tenía una tienda en la ciudad sagrada y estaba bajo la protección del ejército de aplicación de la ley. ¿Por qué lo mataste? ¡Ven con nosotros a la Sala de Cumplimiento y danos una buena explicación! —Lu Ming dijo fríamente.
—¿Qué acabas de decir? ¿Quieres llevarme a la Sala de Cumplimiento? —Huang Ke casi estalla de la risa como si hubiera escuchado un chiste muy gracioso. Ella miró a Lu Ming con incredulidad.
Al lado, los demás estaban en una situación similar.