Capítulo 316: Bendición de las Hadas

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Un dolor insoportable se extendió por todo el cuerpo de Nial. Sus sentidos altamente mejorados hicieron que todo lo que sentía fuera peor de lo que realmente era, incluso si aceptaba que su cuerpo fuera escaneado minuciosamente.

Gritó de dolor y la sangre comenzó a gotear por las comisuras de su boca momentos después. Parecía que había sufrido heridas internas, lo que causó que el dueño de la voz lo mirara con confusión.

—Tus sentidos son más elevados que los de los demás, ¿no es así? —preguntó la voz con escepticismo, y el dolor desapareció antes de regresar cuando la voz continuó infiltrándose en su cuerpo.

Nial volvió a gritar y gotas de sangre comenzaron a emanar también de su nariz, ojos y oídos. Todos sus sentidos estaban centrados en las cosas que la voz le estaba haciendo y Nial era incapaz de percibir algo más.