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—¡Las Pruebas te están esperando! —Nial no tenía idea de lo que esto se suponía que significaba, pero esta vez, podía decir que la semilla Odisea no iba a hacerle daño, por ahora.
Era solo un presentimiento, pero estaba bastante seguro de estar en lo correcto.
Y después de haberse devanado los sesos los últimos días, incluso si la semilla Odisea quería hacerle algo, realmente no había algo que pudiera hacer para prevenirlo o luchar contra ello.
Al menos, no estaba en condiciones de hacer algo contra eso en este momento.
En lugar de preocuparse demasiado, Nial tenía que aceptar que la semilla Odisea de alguna manera estaba causando cambios en su comportamiento, mentalidad e incluso cuerpo desde el día en que despertó.
Esto era algo que tenía que comprender y aceptar.
De lo contrario, simplemente seguiría preocupándose por esto toda su vida.
Y esto tampoco era algo que Nial quisiera hacer.