Tras dejar Elíseo, Lux, Cai, Keane y Henrietta, volvieron a la Academia Barbatos, donde una emocionada Iris los esperaba en la entrada.
Naturalmente, el primero en recibir un abrazo de la belleza de cabello azul no fue otro que Cai, quien se lanzó hacia adelante en cuanto la vio saludándolos desde la distancia.
—Parece que te ha extrañado mucho —Henrietta susurró en los oídos de Lux—. Ni siquiera pudo esperar a que entráramos por las puertas y en vez de eso, nos encontró afuera. Sé gentil con ella esta noche, ¿de acuerdo?
Lux fingió que no escuchó las últimas palabras de Henrietta y simplemente caminó hacia su prometida con una sonrisa en su rostro.
Eiko ya había saltado de la cabeza de Lux y corría hacia Iris, saltando a los brazos abiertos de su Mamá.
—Te he extrañado tanto, Eiko —dijo Iris antes de besar al limo bebé, quien felizmente le devolvió el beso—. ¿Tú me extrañaste a mí?
—¡Ma! —Eiko respondió antes de acurrucarse contra Iris, lo que hizo reír a esta última.