—Aquí están los dos hechizos divinos que ahora podrás usar, chico —dijo Drax al mostrarle a Max los dos nuevos hechizos divinos que había obtenido.
[ Ascua del Mundo ] - El hechicero impregna el suelo con energía divina de fuego, haciendo que brille como hierro caliente. De repente, toda la región estalla en un mar de llamas. El hechizo transforma el área afectada en un infierno furioso, convirtiendo todo - montañas, bosques, ciudades, océanos - en vapor y ceniza.
[ Asalto Abrasador ] - El hechicero genera una serie de bolas de fuego que se mueven rápidamente, cada una ardiendo con fuego divino. Estas bolas de fuego actúan independientemente, persiguiendo al enemigo con una precisión infalible, rastreándolos incluso si intentan esquivar o esconderse. Al impactar, las bolas de fuego explotan, causando un daño tremendo y prendiendo al enemigo en llamas divinas que no pueden ser extinguidas por medios convencionales.