—Espera espera espera, ¿fuiste una hormiga? —preguntó Anna impactada ya que no podía entender el contenido de la historia de Max.
Jhonny la miró tristemente mientras fingía esnifar coca de su dedo vacío, tratando de insinuar que Max estaba drogado y probablemente alucinando para Anna.
Después de eso, Anna miró a Max con los ojos muy abiertos, obligándolo a aclarar el significado detrás de sus palabras.
—Así que tuve este antiguo maestro tortuga, el dios de la cobardía y él entrenó a Sebastián y a mí para convertirnos en cobardes de primera.
Una parte de su entrenamiento era convertirnos en hormigas para hacernos experimentar el mundo en su forma más primitiva.
Para ser honesto, al principio pensé que iba a cambiar la cultura de las hormigas con mi conocimiento humano.