El entrenamiento de Max se volvió aún más intenso a medida que avanzaba el mes, sin embargo, le molestaba el hecho de que su camino a la universidad se había vuelto mucho más difícil sin su equipo a su lado.
Aunque su reputación como el sabueso hizo que algunos pequeños grupos le permitieran pasar sin problemas, en promedio necesitaba enfrentarse con al menos 3-5 grupos al día en su camino a la universidad y, aunque lograba derrotar a algunos de ellos, tenía que huir 9 de cada 10 veces para no ser asesinado.
Eventualmente las cosas se pusieron tan mal para Max que tuvo que buscar activamente el servicio de transporte para ir y volver de la universidad y permanecer despierto dos horas extras al día para acumular puntos tarde en la noche, de manera que pudiera pagar por las clases y el entrenamiento al día siguiente.
Sin embargo, en los ojos de Max, toda esta lucha valía la pena ya que ahora podía ver resultados mucho más tangibles en su entrenamiento.