—Anu, con todo el respeto, creo que mi estado sentimental no es algo que importe cuando se han roto las reglas —Ea quería escapar de sus fallidos intentos de cortejar a Ishtar.
—¿Ah sí? Entonces, ¿por qué enviarías a Loki a hacer algo como intentar apoderarse del cuerpo de una pequeña niña? —la voz de Anu se volvió fría—. Déjame recordarte Ea, yo lo sé todo. ¡No puedes esconderme nada! Pero aún así te atreves a tratar de pasar la culpa de lo que ocurrió a otra persona!? Déjame recordarte que ya no tienes voz en lo que sucede. La nueva diosa, Destino, gobernará sobre el planeta de donde viene. Ese es su dominio. Y tú, tú no debes pisar jamás la región de Ishtar. En cuanto al castigo por tus propios errores, estás prohibido de salir de tu región. Si das un solo paso fuera de tu región, yo mismo te despojaré de tus poderes.