—Lo primero que Lara pidió fue ver los cristales que él había pagado para obtener esta membresía. Y cuando recibió los anillos, inspeccionó su contenido, no pudo evitar sorprenderse por esto.
Hasta el momento en que inspeccionó los anillos, pensó que él estaba inventando todo esto.
—No soy tan pobre —dijo William con calma—. ¿Dónde está mi membresía?
—Aquí —le entregó un gran cristal rojo, uno que parecía una gema o algo así.
—Esto es... —William estaba desconcertado por este cristal. Era lo suficientemente grande como para ser del tamaño de la cabeza de un humano. Y cuando lo sostuvo, sintió lo pesado que era. No solo eso, también sintió vibraciones que provenían de algo profundo dentro de este cristal.