Este Guanin parecía confiar demasiado en su clan. El maestro simplemente resopló e ignoró todo lo que Guanin decía. —Ni un solo año de castigo es suficiente para alguien como tú. Si veo la sombra de uno de tus clanes, te mantendrás alejado de esta clase durante tres años.
Guanin ya estaba cerca de la puerta cuando tropezó y casi se cae. Con ojos llenos de intención asesina, se giró y miró a William antes de irse como si prometiera un encuentro pronto a ocurrir entre los dos.
—Regresa a tu asiento —el maestro hizo un gesto con la mano—. No te preocupes por él. Mientras estés dentro de la academia, no sufrirás ningún daño.
—Gracias maestro —William sabía que las amenazas de Guanin no se limitaban a la academia, sino principalmente al bosque y al mundo exterior.
William no tenía la intención de pasar toda su vida confinado dentro de la academia. Era como una prisión para él.