Aiden no perdió tiempo y siguió directamente las huellas de Jake. Podía sentir su corazón latiendo más y más rápido a medida que se acercaba a la cueva.
Rápidamente entraron y tanto Emma como Ava los miraron, preguntándose qué estaba pasando.
—¿No se suponía que los dos estuvieran entrenando? —preguntó Emma mientras los observaba a ambos.
Aiden estaba a punto de responder, pero Jake lo interrumpió. —Hubo un cambio de planes.
Su respuesta fue corta y extremadamente fría. Una cosa estaba clara: no estaba de buen humor y quería que esto terminara pronto.
Emma sabía que era mejor no insistir con otra pregunta, así que se quedó en silencio, haciendo señas a Aiden para que le contara qué estaba sucediendo. Sin embargo, él simplemente desvió la mirada. Emma no necesitaba saber sobre el sistema y sus orígenes.
Esa información estaba oculta por una buena razón.