Tilon estaba algo desconcertado, pero pronto apareció una sonrisa en su rostro al darse cuenta.
—¡Tienes razón! ¿Por qué no lo pensé antes? ¡Atácame, rápido! —gritó Tilion.
Bargo no perdió tiempo y comenzó a preparar su Qi, vertiéndolo en su espada, pero se detuvo un momento.
—¿Estás seguro de que esto está bien? ¿Y si destruyo tu escudo por accidente? No me culparás por eso, ¿verdad? —preguntó Bargo.
—¡Solo golpea el escudo! ¡No se romperá con tus ataques! —gritó Tilion.
Aunque Tilon no tenía intención de insultar a Bargo, Bargo ciertamente lo tomó así y sintió que se cuestionaba su fuerza. Determinado a no decepcionar, giró su espada para que la punta estuviera en dirección contraria a él.
—¡El Meteoro Caído! —exclamó Bargo, un tajo desde abajo. Esta era una de las técnicas defensivas y ofensivas más fuertes en el arsenal del Clan Escudo Lunar.
El golpe impactó el escudo fuerte y sonoramente, y Tilon podía sentir la energía aumentando.