La atmósfera del campamento de la división Cuervo Blanco era tan bulliciosa como podía ser. A diferencia de los Ravensteins, los miembros de la división no habían podido llegar al medio del coliseo. Solo después de regresar a su división pudieron ver a Atticus cara a cara.
No hacía falta decir que muchos de ellos estaban aterrorizados al encontrarse con sus penetrantes ojos azules, pero la anticipación del momento alimentaba su valentía.
Atticus se encontraba en otra secuencia de ser lanzado hacia arriba continuamente una vez más. ¡Su líder era el más fuerte de la academia!
A pesar de tener muchas reservas al respecto, y con un pequeño ceño fruncido, Atticus se dejó lanzar al aire. Podía entender por qué estaban felices y preferiría no ser un aguafiestas.