Nota:
Este capítulo está dedicado a Maude Fluckiger. Gracias, muchas gracias por enviar dos castillos a "El Príncipe Maldito" hoy y por impulsar aún más el libro. Tu generosidad nunca deja de sorprenderme. —Vina (MRB)
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Maxim se sentía esperanzado cuando escuchó los golpes en la puerta y la voz de Renwyck lo saludó desde fuera.
—Su Majestad. ¿Quería verme?
—Sí. Por favor, pasa —dijo Maxim.
Renwyck abrió la puerta y entró al estudio del rey. Se preguntaba qué habría hecho que el rey lo llamara repentinamente. Ellos se acababan de ver el día anterior cuando llegaron a Castilse.
Cerró la puerta detrás de él y se paró firme frente al rey. —¿Hay algo que necesite, Su Majestad?
Maxim se levantó de su silla y miró a Renwyck seriamente. —Margueritte y Rafael parecen conocer a los Leoraleis de Myreen. ¿Y tú? ¿También los conoces? Si es así, por favor háblame de ellos. ¿Cómo podemos derrotarlos? ¿Cómo podemos salvar a Emmelyn de su maldición?