—¿Por qué me miras así? —preguntó Emmelyn cortante. Sintió que la mirada de Marte hacia ella estaba llena de sospecha.
¿Sospechaba el príncipe algo de ella?
¿Por qué?
¡Ella no había hecho nada malo!
Al menos, todavía no.
—Está bien —dijo Marte, aclarándose la garganta—. Pensé que tenías algo en la cara.
—Eh... ¿qué dijiste? —Emmelyn abrió mucho los ojos y se restregó toda la cara, tratando de encontrar algo en ella como a lo que Marte se refería—. ¿Realmente hay algo en mi cara?
Marte solo se rió por dentro del comportamiento de Emmelyn, que él consideraba muy adorable.
—No, ya te dije, solo pensé que había algo en tu cara —dijo finalmente—. Está bien. Me equivoqué.
Ahh... Marte realmente extrañaba a esta chica, aunque solo hubiesen estado separados por una semana.
Se preguntaba qué pasaría si tuviese que ir a la guerra. Estaría fuera por mucho tiempo. ¿Qué debería hacer si eso sucediera?