—Tú... —Ran Xueyi lo miró con sorpresa e incredulidad.
Se preguntaba qué viento lo había traído hasta aquí, pero recordó el último mensaje de Adelle para ella.
Como era de esperarse, en cuanto Song Yu Han apareció tras Shen Yi, todas las miradas se posaron en él. Sin embargo, el oscuro emperador parecía no darse cuenta de ello o tal vez, simplemente no le importaba cuántos ojos lo estaban mirando.
—¡Wow! ¿De dónde saliste? —Shen Yi pegó un salto, ya que no había sentido al hombre parado detrás de él.
Song Yu Han ignoró por completo al sorprendido Shen Yi y se acercó un poco más a Ran Xueyi, quien también la miraba con shock.
Al verla mirándolo estúpidamente, Song Yu Han sintió algo que le arañaba el corazón, haciéndole imposible no estirar la mano para pellizcarle las mejillas.
Afortunadamente, se contuvo en el último segundo y dijo, —He venido a buscarte. ¿Ya terminaste aquí?