Damon estaba a cargo de liderar la investigación a la mañana siguiente. Pero con solo mirarlo, cualquiera podía decir que algo andaba mal con él. No era su habitual yo estoico, que siempre estaba enojado. Durante este periodo, parecía que su ego había recibido varios golpes, y ahora parecía que preferiría estar en cualquier otro lugar menos en este.
Harold también estaba en la reunión, pero no se involucraba en nada de lo que allí ocurría. Dejaba que los demás se encargaran porque confiaba en que Alicia no tenía nada que ver, así que de alguna manera iban a sacar al culpable.
—Recibimos información de que justo antes de la noche del banquete, la reina dejó el palacio sola con un guardia —informó Damon a los demás, su voz ya no era tan fuerte como solía ser.