Seren se sintió aliviada al sentir que su presencia no era necesaria allí y estaba lista para irse ya que Eva y Marrie ya estaban presentes para servir a su Reina.
—Su Majestad, por aquí, por favor —instruyó Marrie y dos sirvientes reales de Griven más los acompañaron. Eva y Marrie, al ser nuevas en el palacio de Griven, siempre necesitaban la asistencia de los sirvientes reales asignados para ayudarlas.
Seren se fue y los demás continuaron su charla política.
—¿Cómo están las cosas en la frontera? —preguntó Drayce.
—Todo está en paz con la cooperación del dueño del territorio fronterizo de Megaris, el Marqués Hart —respondió el Duque Wimark.
—Me alegra saberlo —comentó Drayce.