—Entonces, ¿qué querías seguir probando? —preguntó Kat.
—Bueno, varias cosas. La velocidad, la velocidad de giro, la maniobrabilidad en vuelo y, dependiendo de tu disposición, también podría valer la pena probar cuán duradera eres —dijo Calisto.
—Bueno, sé que puedo rascarme la cara con grava y sobrevivir, así como ser atravesada por dos espadas y luego arrancarlas con solo una pequeña molestia —dijo Kat.
Calisto dejó su boca abierta. —No recuerdo que Sylvie incluyera tal cosa cuando relató tus más recientes aventuras.
Kat se encogió de hombros. —Bueno, la grava fue de esa vez que conocí a Menor, la kitsune con... Supongo que no es una doble personalidad, son dos almas, y la otra razón por la que no escuchaste es porque puede que haya omitido educadamente algunas de las partes más macabras.