Estelle se movía afanosamente por la sala de telas, eligiendo algunas que colgó de su brazo.
Todas las telas que había elegido eran en tonalidades de blanco, el tipo que se utilizaba para hacer sudarios de muerte en la cultura de la población humana de la Fortaleza Scabbard.
—¿Crees que estas serán adecuadas? He escuchado que en la cultura humana, la familia viste a sus seres queridos perdidos con estos sudarios, de la mejor calidad que pueden permitirse. Nuestra raza llora de otra manera, no estoy familiarizada con sus costumbres —preguntó Estelle por la opinión de la modista que la acompañaba.
—Mi Dama está correcta en su conocimiento. Lo he visto hacer de esa manera —afirmó la modista.
—Aunque nunca he confeccionado para un humano antes, así que no puedo reclamar saberlo mejor —añadió la modista.