—Veah... este bosque, ¿no te parece extraño? Está completamente silencioso... y esta aura... —el lobo de Neveah le llamó la atención hacia su entorno.
Fue entonces cuando Neveah prestó atención y, justo como su lobo había dicho, no había ni el más pequeño sonido de vida silvestre en ningún lugar,
ni el canto de los pájaros, ni el ruido de ardillas o conejos corriendo, era completamente diferente al bosque en el que acababan de estar antes de pasar por el portal.
Era como si al propio bosque le hubieran segado toda vida, incluso los árboles y plantas estaban extrañamente ennegrecidos, apenas vivos, pero no totalmente muertos.
Y luego estaba esa aura que el lobo de Neveah había mencionado, más parecida a una atmósfera de muerte que se cernía sobre el bosque.
Esa aura, le recordaba a Neveah una que había enfrentado hace un tiempo... la aura era inquietantemente similar a la del golem trol.