Neveah soltó una risita culpable. Estelle acababa de llegar y ya sabía que Neveah no era la persona más favorecida en el Guardián del Dragón.
No era que a Neveah le importara serlo, solo era difícil escuchar sobre su propia reputación no tan grandiosa.
—Está bien, pero solo hasta que Everon diga que está bien que regrese a mis actividades. No estoy acostumbrada a esto... no desde que llegué a Guardián del Dragón al menos —insistió Neveah.
—De acuerdo —Estelle accedió sin vacilar.
Estelle tomó asiento al lado de la cama mientras Neveah comía.
—Sabes, también me resulta difícil relacionarme con alguien aquí aparte de ti y el Señor Everon, y Dante ha estado tan ocupado en estos últimos días —admitió Estelle.
—¿Cómo es eso? —preguntó Neveah, refiriéndose a Dante.
—Los señores dragón están haciendo planes para Fuerte Blazed y necesitarán a los dragones de Scabbard; la Fortaleza Scabbard es el fuerte más cercano a Fuerte Blazed —explicó Estelle.