—¿Daño? ¿Qué se supone que significa eso? —preguntó Menarx con un tono acongojado mientras se hacía a un lado.
—Solo el Creador sabe qué le dijisteis para que Veah se tirara de un acantilado —continuó Lord Everon acusadoramente.
—¡Yo ni una palabra dije! —se defendió Menarx.
—Entonces un cómplice —concluyó Lord Everon.
—Kaideon también estaba allí —recordó Menarx.
—Kaideon no es tan desalmado como vosotros dos. ¿Cómo puedo compararlo con gente como vosotros? —preguntó Lord Everon directamente.
—Ya veo cómo es —murmuró Menarx para sí mientras se apoyaba en una pared.
A Menarx no le molestaban en absoluto las palabras de Lord Everon. Mientras Neveah estuviera a salvo, dudaba que algo pudiera ponerlo nervioso en ese momento.
—Entonces... ¿se lo dijiste? —preguntó Lord Everon mientras revisaba el estado de Neveah.
—¿Decirle qué? —preguntó Menarx con la ceja alzada.