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El repique de las campanas se reverberó a través del Palacio Eclipse como lo había hecho unos días antes, sin embargo, esta vez, las campanas no anunciaban una emergencia sino que marcaban el comienzo de un día ceremonial.
Neveah estaba frente a su espejo de cuerpo entero en sus ropas interiores, desde el reflejo del espejo, observaba cómo Laila desenvolvía el vestido que acababa de ser entregado a la habitación de Neveah.
Justo como había ocurrido antes, a Neveah se le había delegado la tarea de pasar la Hoja Colmillo Eclipse a Alessio y colocarle la corona en la cabeza.
Ella debía desempeñar el papel de la amada y más preciada Princesa Eclipse... sin duda también tenía que parecerlo.
—Es hermoso —dijo Laila con un suspiro de admiración mientras miraba hacia abajo el vestido blanco puro adornado con bordados en oro.
Era un vestido con mangas hecho de una tela resplandeciente, con un cuello alto y una capa adjunta.