Capítulo 15: Capítulo 15: Cortando los Lazos

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Yu Qi comió las frutas felizmente. Incluso Bo Ya, que no comía, se unió a ella para comer. Recorrió el jardín. Bueno, era grande. Vamos a llamarlo un campo o una granja. No solo las frutas y las verduras diarias, sino también las verduras silvestres que solo sobreviven en la montaña estaban aquí.

—Bo Ya, ¿estás seguro de que puedo llevarme todo esto? —preguntó Yu Qi.

—Como dije, Maestra. Si no lo tomas, se quedará aquí. Puedes tomarlo y venderlo. Se convertirá en tu ingreso. El mundo fuera del espacio es muy duro. Sin dinero, no puedes sobrevivir —Bo Ya comenzó a hablar como un adulto.

Yu Qi se sintió cálida. También era así en su mundo anterior. Esto solo podía sentirse cuando estaba con su abuelo. Estaba bajándose al suelo y toqueteando las mejillas de Bo Ya.

—Maestra, ¿qué estás haciendo? —Bo Ya sintió que su maestra se estaba volviendo extraña en ese momento.

—Nada —se rió al ver que Bo Ya le daba una mirada extraña—. Los tomaré, Bo Ya.

—Maestra, toma tantos como quieras.

—Bueno, no puedo de repente sacar tantos de la nada. La gente se volverá sospechosa y curiosa sobre mí. No quiero esa atención. Pensaré en cómo sacar estas frutas y verduras sin que nadie sospeche. Será mejor que salga de este espacio ahora. Volveré mañana —se apresuró a besar la mejilla de Bo Ya y cerró los ojos.

Bo Ya, que recibió un beso, se sintió como un idiota parado allí. Luego su mejilla comenzó a enrojecerse.

Mientras tanto, en la casa de la Familia Wang, la Familia Wang había estado esperando a que Yu Qi llegara a casa pero, aunque ya se hacía tarde, no habían visto ni su sombra.

—¿Dónde fue esa perra? Humillar a mi hija es una cosa, pero ahora es hora de cenar. Esa perra se supone que cocine para nosotros —La Señora Wang golpea la mesa frente a ella.

—Mamá, creo que deliberadamente me humilló en la escuela. No estaba asustada en absoluto. Creo que tampoco vendrá a casa —dijo su hija.

—Mamá, tengo hambre. ¿Quién cocinará para nosotros ahora? —Wang Yu Jin comenzó a actuar mimado con su madre.

La Señora Wang, que realmente ama a su hijo, empezó a consolar a su hijo. —Vamos a comer fuera hoy, ¿de acuerdo? Cuando veamos a esa perra, la golpearé por hacer que mi niño pase hambre, ¿de acuerdo?

Este capítulo es editado por Tzin99... Gracias por tu ayuda.

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