Una vez terminada la prueba, todos miraron a Shiro como si fuera un monstruo absoluto. Eso se debía a que había terminado toda la prueba con puntuación perfecta y un 100% de precisión. Para cuando llegó a la décima ronda, algunos apenas podían reconocer los objetivos antes de que desaparecieran.
Caminando de regreso hacia el dúo, Shiro palmeó el hombro de Lisandra y sonrió.
—Buena suerte.
—Un —asintiendo con la cabeza, Lisandra se preguntaba por qué Shiro era mucho mejor usando el elemento de luz a pesar de haberlo obtenido recientemente.
—Hmm... ¿podría ser porque copió al héroe? Aún así, no puedes simplemente actuar en este nivel solo por mirar —Lisandra reflexionó para sí misma pero pronto salió de sus pensamientos puesto que era su turno en la prueba.
Sacando su espada, miró su mano mientras cerraba los ojos. Recordando lo que había hecho Shiro, se preguntaba si podría hacer lo mismo.