—Dijiste que no quieres decírnoslo —Fig hizo girar las pistolas alrededor de su dedo índice, bajándolas mientras Princesa y Gray retrocedían—. Así que, pensé que es mucho mejor no mencionarlo.
La comisura de su boca se curvó en una sonrisa amable, los ojos fijos en Cielo —Solo me alegra que hayas vuelto y que pueda estar contigo aunque sea a un brazo de distancia.
—Fig... —los ojos de Heaven se suavizaron después de escuchar la breve pero precisa resumen de Fig de lo que pasó.
Casi le preocupaba que hubiera revelado todo a Oso, sin saber que había otro par de oídos escuchando. Pero si era Fig, eso era comprensible. Fig era el mejor asesino que había en los Segadores. Por lo tanto, era la única persona que podría hacer esa proeza sin alertar a Cielo y a Oso. Si hubiera sido cualquier otra persona, ellos lo habrían sabido con certeza.
—Joder... —Gray retrocedió tambaleándose, la cabeza llena de nada más que confusión.