Jake y Melissa estaban atónitos.
Hacía tiempo que sabían que Oliver prefería a la mujer de afuera e incluso prefería a la hija de la amante. Sin embargo, no anticiparon que, frente a su hijo, Oliver elegiría a Selena.
Selena, al escuchar esto, esbozó una leve sonrisa, aunque mantuvo los labios apretados. Con suavidad aconsejó:
—Papá, no hables por la ira. Jake es quien puede continuar con el nombre de la familia. Jake, deberías enmendarte. ¡Papá solo está tratando de asustarte!
Jake miró fríamente a Selena, apretando la mandíbula. Se burló:
—¡Preferiría no tener un padre como este!
Selena protestó de inmediato:
—¿Cómo puedes hablar así? Papá tiene grandes esperanzas para ti, y todo es por tu propio bien... ¡Realmente le estás lastimando los sentimientos!
—¿Grandes esperanzas? Lo máximo que he escuchado de él son sus críticas. ¡Para él, no soy más que un fracaso! ¡Una persona inútil!
Jake suspiró amargamente:
—Si ese es el caso, ¿entonces para qué me necesita?