¿Podría ese tío guapo ser el Tío Olsen?
Ante este pensamiento, Keira inmediatamente abrió la caja grande.
Dentro de la caja grande había una cajita delicada atada con una cinta, claramente destinada a una mujer.
Keira abrió la pequeña caja y encontró dentro un bolso de lujo de la misma marca.
Soltó un suspiro de alivio, sintiendo que había pensado demasiado.
¿Cuáles eran las probabilidades?
Su teléfono vibró. Cuando lo revisó, vio un mensaje de Ellis. —¿Recibiste el regalo del Tío Olsen? ¿Puedes dedicarle algo de tiempo para reunirte con él?
Keira pensó por un momento. Flores ayer, un bolso hoy... ¿continuarían enviando cosas si todavía los ignoraba mañana?
Respondió al mensaje. —Dile al Sr. Olsen que no estoy enojada; simplemente no creo que haya necesidad de reunirse.
Cuando Ellis recibió el mensaje, inmediatamente pasó las palabras de Keira al Tío Olsen.