```
Lewis caminaba más rápido y ya había subido las escaleras.
Keira se acercó a Rebeca.
Ella estaba vestida con el uniforme de paciente y sentada en una silla de ruedas. Una mujer mayor a su lado la ayudó rápidamente a sentarse cuando intentó levantarse emocionada —Deberías sentarte.
Rebeca, después de sentarse, les presentó a las dos personas a su lado a Keira —Señorita, ellos son mis padres.
En cuanto terminó, la madre de Rebeca, la señora Allen, tomó la mano de Keira, con los ojos rojos de gratitud —Buena chica, gracias por salvar a nuestra Rebeca. Pregunté a las enfermeras sobre la situación después. Sin ti, ¡Rebeca no lo habría logrado!.
Keira no sabía cómo reaccionar ante tal muestra de sentimiento. Simplemente dijo —No se preocupe por eso.
Al ver la incomodidad de Keira, el señor Allen intervino —Señorita Olsen, la familia Allen le está en deuda. En el futuro, si necesita algo, por favor no dude en pedirlo.