—Está bien, anunciaremos las noticias de la boda el día que termine la filmación.
Y puedes hacer lo que quieras delante de mí, pero Víctor Chadwick no dijo estas palabras en voz alta. En cambio, las mantuvo escondidas en lo profundo de su corazón.
Al regresar al hotel, Víctor Chadwick inmediatamente llevó a Mónica Baldwin al baño. Después de que ella hubiera lavado su fatiga, él le preguntó, sosteniéndola cerca:
—¿A qué hora comienza la filmación mañana?
—Huh... a las 4 a.m. —respondió Mónica Baldwin somnolienta.
Victor Chadwick la abrazó fuerte, respirando el aroma de su cabello.
Subconscientemente, Mónica Baldwin se acurrucó en los brazos de Víctor Chadwick. Presionó su cara contra su pecho, murmurando:
—Te extraño.
—Estoy aquí.