Dora tosió ante esa pregunta antes de limpiarse la boca y mirarlo fijamente mientras respondía con formalidad —Las segundas citas son solo una expresión de interés. No conllevan ningún privilegio especial.
—¡Qué decepción! —murmuró Kael mientras tomaba su mano, que descansaba sobre la mesa, y dijo —Pero un poco de tomar manos debería estar bien, ¿verdad?
Dora se rió y golpeó su mano mientras retiraba la suya —Nada de tomar manos hasta la décima cita.
—¡Décima cita! ¡Eres cruel, Dora!
Ella se encogió de hombros y continuó comiendo su comida mientras Kael hacía rápidamente algunos cálculos en su teléfono —Bien, ¿qué tal si adelantamos lo de tomar manos para la quinta cita? Además, ¿cuáles son tus planes para hoy ya que es el fin de semana?
Dora disminuyó la velocidad y lo miró con interrogación.