—¿Esto es real? Olivia, ¿compraste ropa para nuestros bebés o para un hámster mascota? —Seb arqueó una ceja, mirando los diminutos bodies con sospecha.
Olivia no pudo contener su risa. —Estos son tallas para recién nacidos, Seb. Los bebés realmente comienzan así de pequeñitos.
Seb negó con la cabeza incrédulo, levantando otra prenda de ropa que parecía más adecuada para una muñeca que para un bebé humano. —Olivia, estoy empezando a pensar que nos han engañado. Vamos a volver a la tienda y pedir una verificación de la realidad. Estas ropas son definitivamente para muñecas, no para nuestros futuros paquetes de alegría.
Olivia rió, dándole una palmadita en el brazo a Seb en señal de tranquilidad. —Te prometo, Seb, que esto es para bebés de verdad. Pueden parecer pequeños ahora, pero solo espera hasta que lleguen nuestros pequeñitos. Nos sorprenderemos de lo perfectamente que les quedan.