Isabella contuvo la respiración cuando Ian se arrodilló frente a ella. Llevó su mano a su boca, sus ojos se llenaron de lágrimas. Las insinuaciones que Nora y Erasmi habían hecho no la habían preparado para el shock de esta propuesta inesperada.
Y el anillo era tan impresionante... Era algo que nunca había esperado... De todas las cosas que había imaginado en su cabeza acerca de su boda perfecta, lo único de lo que nunca había estado segura era del anillo. Los diamantes siempre le parecían fríos e impersonales, mientras que los rubíes le resultaban demasiado aburridos y tradicionales... Sin embargo, él parecía haber creado el anillo perfecto con diamantes, rubíes y zafiro. Este era el anillo perfecto... de un hombre perfecto...