—Gabe ha desaparecido —declaró Lucien con un tono grave al entrar a la sala de conferencias—. La atmósfera cambió instantáneamente a una de preocupación cuando sus hermanos centraron su atención en él. La ceja fruncida de Ian reflejó su inquietud cuando preguntó:
—¿Qué quieres decir con desaparecido? Yo estuve con él anteanoche.
—Pero nadie lo ha visto desde entonces, Ian. He peinado meticulosamente sus lugares habituales y explorado otros lugares a los que podría haber ido en busca de Arabelle. Simplemente ha desaparecido —explicó Lucien—, y una sutil preocupación se notó en su voz.
Ian intercambió una mirada significativa con los demás, su preocupación compartida era palpable en el aire. Sugirió con cautela:
—Quizás se topó con una pista sobre Arabelle?
Un pesado suspiro escapó de Demonio, y presionó más:
—¿Sabes algo, Ian?
—Elena Winthrop se puso en contacto. Gabe parecía un poco distraído ese día.