"Nora se despertó con una nube de irritación colgando sobre su cabeza, mientras golpeaba las puertas del armario. Si alguien pudiera leer auras, solo sería capaz de verla rodeada de oscuridad. Las desconcertantes imágenes todavía parpadeaban vívidamente en su mente, el hombre misterioso, la manera en que parecía acecharla mientras susurraba posesivamente palabras de posesión en sus oídos.
—¡Maldita sea! —estaba harta y cansada de los sueños y de la forma en que la hacían sentir. —Agarrando un vestido al azar, salió y se vistió a la ligera. —Hoy, necesitaba armar un berrinche para que pudiera salir y explorar la ciudad. —Pero incluso cuando pensó en escapar repetidamente, se sintió en blanco. —Porque no tenía idea de a dónde iría.