—Demetri estaba acostado en el sofá, observando a Nora mientras estudiaba con concentración. Incluso cuando sus ojos la escaneaban de pies a cabeza, su cerebro no dejaba de preguntarse qué tenía esta chica que simplemente no podía dejar de pensar en ella. Miles de preguntas y tantas respuestas pasaban por su mente. Nunca pensó que se enamoraría primero y tan intensamente de una mujer. La marcada diferencia entre el periodo antes de ella y después de ella era como pasar de blanco y negro a imágenes en color de alta definición.
—Le gustaba cómo sus ojos se estrechaban inconscientemente cuando su mirada se posaba en algo que le resultaba difícil de entender o cómo sus labios se levantaban por una esquina cuando comprendía la respuesta. Como un pequeño tonto, se encontró grabando cada micro-expresión de ella en su memoria.