"En un pequeño apartamento, no muy lejos de la Universidad, la habitación era un caos. La ropa estaba desparramada de manera descuidada, mezclada con botellas de cerveza vacías que yacían como soldados caídos en el campo de batalla de su noche. Las cortinas estaban cerradas, permitiendo que sólo unas pocas rendijas de luz del día débil y gris se infiltraran en la habitación. En medio de este desorden, dos figuras se movían con urgencia.
—¿Hermano? ¿Qué estás haciendo? ¿Por qué estás metiendo mis cosas en esa bolsa? —preguntó el más joven.
El hombre continuó empacando la bolsa mientras el hermano menor intentaba protestar.
La ropa fue lanzada sin ceremonia en la maleta abierta, cada movimiento rápido y decisivo.