(Desde la perspectiva de Azul)
Habían pasado dos días desde la luna llena. Las cosas habían sido caóticas últimamente. Demetrio confrontó a Isaac y a su madre, la Señora Caerlion. Por supuesto, como se esperaba, ellos negaron. Pero como Demetrio podía leer sus mentes y yo también le conté sobre ello, descubrió exactamente lo que pasó. No había pruebas, así que no pudo castigarlos.
Pero luego, encontró a las criadas que también estaban allí y las hizo decir la verdad. Quería matarlas, pero la Madre y yo logramos detenerlo.
—Al menos, permíteme hacer salchichas.
—¿Qué? —pregunté sorprendida.
—Permíteme hacer salchichas de sangre usando su sangre —había dicho—.
...
Así fue nuestra conversación. Tomó un tiempo hacerle entender que no podríamos matarlas solo por eso. Si esta noticia se filtrara, sería una desgracia para nosotros. Y además, no era apreciada por todos los lobos aquí, ya que era humana. Por eso necesitábamos ser lo más cuidadosos posibles con todo.