—¿Por qué me miran así los tres? ¿Piensan que todo lo que le sucedió a su familia fue natural? Yo estuve detrás de todo —dijo Erika.
Felicia estuvo a punto de saltar sobre Erika otra vez pero se detuvo al recordar el plan que tenía reservado para ella. Después de darle ese ácido a Erika, la mujer no vivirá para decir nada más.
Aunque estaba enfadada, no quería arruinarlo todo. Así que en vez de reaccionar de manera muy dura, Felicia dijo:
—Creo que debería preparar algo de jugo para calmar nuestras sequías gargantas. Se levantó de su silla y se fue a Dios sabe donde.
Erika observó la espalda de Felicia con los ojos entrecerrados. Acababa de revelar que era la responsable de todo lo que le había sucedido y la otra sugería beber jugo para calmar sus gargantas secas. Eso era sospechoso.