Elías vio el rostro sorprendido de ambas Chameleon y suspiro. La vez que respondió la pregunta de Katie, ella tuvo esa misma expresión antes de molestarse e irse decepcionada. Tal era el respeto que tenían hacia el Héroe, que sus mentes no entendían que esa grandiosidad no era tan grande como lo pintaban. No obstante, las miradas tristes y aliviadas de ambas mujeres lo confundieron.
"¿Por que me miran así? Deberían estar molestas por mi respuesta y verme de malo manera, no con estos sentimientos. ¿Sera algo particular de la isla?" pensó intrigado. Nunca había percibido una muestra de emociones combinadas como esta. "No, he sentido algo muy similar con Dasha y mi abuelo. Cada situación e intensidad fueron distintas, pero su núcleo es el mismo".
Elías nunca fue capaz de descubrir por que dos personas muy cercanas a él reaccionaron así. Las veces que intento preguntarles, ambos tocaron su hombro derecho con una sonrisa e indicaron que buscara la respuesta. Nunca la encontró, pero tal vez en esta tribu sea capaz de ver esos pensamientos.
—Vaya, no tenia idea que el Héroe tuviera esas ideas—dijo Faram. Estaba preocupada por la mentalidad del chico hacia si mismo, no era muy sana para su crecimiento. Sé pregunto que tuvo que pasar para convertir sus pensamientos en esto.—Me contarías un poco de tus aventuras, estoy interesada en los cambios en el exterior.
—Esta bien. De todas formas, contare un poco de mis viajes en la noche.
—¡Cierto, hoy es día de fogata!¿Como pude olvidar este día?
—También tienen días de fogata.
—Si. El primer líder de la tribu propuso celebrar una fogata un día a la semana para fomentar las relaciones de los habitantes. Hoy en día, ese día se convirtió en dos—contesto nerviosa. Sé había olvidado que hoy le tocaba preparar los bocadillos y bebidas.—¡Que suerte que vinieron! Si no me enteraba de esto, hoy recibiría una reprimenda de mi padre.
—¿Quien es tú...?
—Tengamos nuestro combate ahora, Elías—interrumpió Vanet. La seriedad en su mirada y tono de voz detuvo a los presentes.—Faram, permítenos usar el campo de entrenamiento. También, necesito que fortalezcas la barrera con tu energía cósmica y actives el modo de preservación.
—¿Ahora?¿No tenemos que enseñarle a nuestro invitado su nuevo trabajo?—pregunto extrañada. Entendía un poco por que buscaba pelear con el Héroe, más aun con sus palabras. Lo raro del asunto fue que la Chameleon respetaba las ordenes de su padre y las priorizaba. Estaba segura que esta acción no es una orden de él.—Podemos dejar este combate para antes de la fogata.
—No, tiene que ser ahora. Por favor, Faram, préstanos el campo.
—Esta bien. Te prestare el campo si me ayudas con los platillos de la fogata.
—Ok. Te ayudare, ahora guíanos.
—No te apresures, apenas comienzo a imbuir de energía cósmica el campo—calmo con un suspiro. Cuando Vanet tenia una idea en su mente, actuaba como su hija. Luego, volteo su atención al Héroe y noto su tranquilidad ante la decisión de su antigua alumna.—Por lo que veo, estas de acuerdo.
—Si. Antes de venir acepte tener un combate con ella. Disculpa las molestias.
—No importa, así veré un poco de tus habilidades—negó con una mano. El combate beneficiaba a las sombras de su padre y ella. De hecho, se sentía un poco culpable de utilizar la amabilidad del Héroe de esta manera.—¡Oh, cierto, se me olvido algo! Ahora vengo.
La entrada de Faram a su casa dejo un ambiente incomodo entre Vanet y Elías. Ninguno se atrevía a empezar una conversación, no recibir respuesta e incomodar aun mas el ambiente. Para cada uno, las palabras y acciones del otro no podían ser respondidas por medio de palabras, sino por una enfrenamiento.
El equipo sombra observo al humano con distintas emociones, la mayoría siendo negativas. Muchos de ellos consideraban la posición del Héroe y la Reina Demonio como el pináculo de la cima. Al escuchar como insulto el sitio que muchos quieren alcanzar, la molestia por tenerlo en la aldea se elevo. No esperaban el momento para que su líder lo expulsara, pero sabían que faltaba mucho.
Dentro del grupo, Mart y Garj eran los únicos que captaron la mirada de Faram. Ambos conocían ese tipo de mirada y a quien se los dirigía, por lo que entendieron de mejor manera las palabras del humano. Aunque eso no impedía que se sintieran un poco insultados, no conocía que tipo de carga tenia, solo podían suponer que se parecía a la de su amigo, Hect.
Unos segundos más tardes, Faram salió acompañada de otra Chameleon. La presencia de la chica tomo por sorpresa a las sombras e intereso a Elías. Los Chameleon estaban boquiabiertos por el nuevo alcance en las habilidades de la mayor prodigio de la tribu, tanto fue su progreso que ninguno descubrió un rastro de su presencia en la granja. En cuanto a Elías, él estaba sorprendido por la existencia de poder abismal en un individuo que no tenia casi ningún requisito para ello.
"Esta chica es extraña. El poder abismal no es un poder muy fácil de obtener. Dudo que haiga más de diez personas en el continente con ese poder...¡Y aun así, ella los supera por mucho!" reflexiono serio. Ese grado y pureza en la energía abismal no era propia de un ser vivo u divino. Incluso si lo fuera, sus propiedades tenían casi nulos desperfectos. "La única posibilidad que se me ocurre es que sea una Autoridad recién despertada. De otro modo, no habría razón para que esta tribu pierda el festival o necesite mi ayuda".
El poder abismal o poder oceánico es una energía proveniente del mar primordial. Caótico como las aguas de donde provienen, este tipo de energía entra en conflicto con todo ser de la existencia y lo vuelve conflictivo. Este efecto provoca que cualquier individuo que intente adquirirla pierda el control de sus energías y cuerpo hasta terminar muertos.
Habían cinco requisitos para obtener energía abismal: entrar en la etapa de vida interna, no ser frenados por el cielo y la tierra en la cultivación, no tener sistemas, no romper su vasija o limitador y ser escogidos por el mar primordial. Cada uno probaba la valía del individuo al demostraba que no dependía de terceros para avanzar y aclimataba el cuerpo físico para tan errática energía. Sin embargo, esos requisitos podían ser eludidos por una Autoridad versátil e incalculable, como la Autoridad de la Reina Demonio y Elías.
—Maestra, creí que detener mi entrenamiento y salir seria una perdida de tiempo, me equivoque—dijo la Chameleon con una sonrisa y miraba en Elías.—¡Eres interesante, portador del titulo de Héroe!¡Ahora entiendo por que se te considera una amenaza tan grande!¡Permíteme probarte un poco!
Elías reacciono al instante y salto atrás. Activo una técnica corporal, procesamiento paralelo por cien, y manifestó dos dagas plateadas. Al mismo tiempo, movió sus dagas alrededor suyo como si intentara bloquear y cortar un ataque que nunca vino. A pesar que nada había sucedido, nunca detuvo sus movimientos, más bien, acelero su velocidad hasta el punto que sangre salía de sus ojos y nariz.
Para un espectador común o experimentado, las acciones del Héroe resultarían ser un acto de paranoia. La Chameleon no había realizado ningún tipo de acción física ni espiritual, muchos menos un movimiento en sus energías. Mas bien, las palabras de la chica indicaban que era una simple prueba, que el Héroe fallo por un temor inconsciente. No obstante, a los pocos segundos, aparecieron varias rasgaduras en el suelo y aire. Lo peculiar de estas rasgaduras es que parecían ser marcas de garras de un color azul-violeta.
"¡Es fuerte! Las rasgaduras abismales que produjo son lo suficiente fuertes para matar de un toque a monstruos de rango B. Lo peor es que se contuvo demasiado.¡¿por que tuve que perder casi todas mis energías?!" maldijo sin detener su defensa. Tenia varias formas de restringir y derrotar a la Chameleon, pero la disminución de sus capacidades impidió utilizar la mayoría. "Si sigo así perdere y moriré. No tengo mas opción, debo usar mi Autoridad".
Elías aumento una vez mas su velocidad y freno los ataques letales de su atacante, necesitaba esperar el momento oportuno para activar la Autoridad y diezmar a la chica. Aunque, antes de obtenerla, vio como Faram impacto un fuerte golpe en la cabeza de la Chameleon y detuvo su aluvión de ataques. Por lo cual, desactivo el procesamiento paralelo y vomito un poco de sangre.
"La energía no fue lo único que perdí, también sufrí una gran degradación en mi cuerpo. Mí yo niño era capaz de usar procesamiento paralelo por doscientos...¡¿Que demonios me pasa?!"exclamo molesto. Una cosa es la disminución de energía y la Autoridad, y otra muy distinta es su cuerpo. Con mas razón, ahora necesitaba descubrir la causa de su condición." Primero tengo que ver si puedo recuperar mis capacidades con entrenamiento. Sea lo que sea, el causante de mi condición no será algo fácil de solucionar".
—¡Auch!¡¿Que te pasa maestra?!Casi fríes mi cerebro y provocas que estalle todo este universo—gruño la Chameleon con dolor y un poco de sangre en la nariz. No dominaba por completo su Autoridad, por lo que el golpe desactivo su Autoridad y recibió un rebote de la misma.—¿Que le diré al líder si eso sucede?
—¿Que me pasa, dices? Eres tan parecida a mi hija, Orelia—suspiro frustrada Faram. Masajeo su frente con dolor y la recrimino con la mirada.—Primero: no ataques a un invitado, pídele un combate y enfréntalo en un campo certificado. Dos: te dije que Vanet pelearía con nuestro invitado, no tú. Tres: Te he dicho muchas veces que no se te suba los humos en la cabeza. Ese talón tuyo te costara la vida un día. Y por ultimo: estarás castigada con cero entrenamiento y peleas por una semana.
—¡Espera!¡No puedes quitarme el entrenamiento y las peleas, maestra! Tengo que dominar mis nuestras habilidades.
El comportamiento infantil de Orelia hizo que los demás sudaran con pena. Para alguien que ataco al mismísimo Héroe con un poder mucho mas raro que una Autoridad, la escena actual reducía la presencia de autoridad que había ganado. Todos, excepto Elías y Faram, estaban avergonzados por perder contra ella en el pasado.
—Disculpe, Faram, ¿podríamos ir al campo?—pregunto Vanet con pena y seriedad. Deseaba combatir con el Héroe, en mayor parte por sus palabras, pero el ataque de Orelia borro el aire de seriedad y no sabia como proceder.—No podemos perder mas tiempo, aun tenemos muchas tareas por terminar. Puedes regañar y castigar a Orelia mas tarde.
—Bien. Dejare el tema por el momento. Agradécele a Vanet, Orelia, esta falta de educación merecía mucho más que unos simples castigos.
—Esta bien. Gracias, Vanet.
—No es nada. Para la próxima, espera hasta que termine mi turno para seguir.
Faram aparto su atención de sus estudiantes para ver al humano, y al hacerlo, noto la cantidad considerable de sangre en sus ojos y nariz. Esta vista la tomo desprevenida, su estudiante no tenia las capacidades necesarias para forzarlo a llevar el cuerpo al limite. Ella misma fue capaz de captar los ataques sin necesidad de multiplicar sus facultades de procesamiento, y dudaba que el Héroe fuera el caso. Este hecho se volvió mas misterioso si tomaba en cuenta que el Héroe llegaba a la isla después de vencer y matar a su rival predestinado.
—Elías, ¿esta bien? Tú sangrado no se ha detenido—pregunto preocupada. El chico no trataba de curar sus heridas, estaba quieto y sin temor a desangrarse.—¿Quieres que te sane.
—...¡Oh, cierto, estoy herido!—hablo sin interés. No era la primera ni ultima vez se hería por alguna de sus técnicas. Uso un poco de magia sanadora y se limpio la sangre seca.—¡Gracias por recordármelo! Algunas veces me sumerjo en mis pensamientos y pierdo la noción del tiempo.
—Eres muy extraño. No he conocido a nadie que tome un desangrado sin importancia—dijo Vanet incrédula. La nula preocupación de Elías hacia su vida la preocupo. No es una costumbre muy saludable, incluso las razas vampíricas tratan de eludirla.—¿Quien te enseño que esto es normal?
—Nadie—respondió con un encogimiento de hombros. Su abuelo y Dasha intentaron quitarle esa mala costumbre sin ningún éxito. Al final, ellos razonaron que era un defecto de tener una Autoridad como la suya.—Tal vez la obtuve de los muchos combates que tuve en mi niñez o los entrenamientos para convertirme en Héroe. La verdad, no estoy muy seguro como surgió en primer lugar.
Los presentes asintieron confundidos por la respuesta. El origen de algo tiene una razón, como son las Autoridades con sus usuarios o la compatibilidad de elementos en el individuo. Por lo tanto, esa extraña y poco saludable costumbre tenia que ser producto de un factor muy influyente. Y tomando en cuenta algunos factores que el mismo Elías menciono, tenia que ser mayor al entrenamiento que sufrió todos estos años.
—Ya veo. Te recomiendo que busques su causa, no querrás sufrir un percance por ello. Tal vez los espíritus del bosque o ríos te ayuden un poco, ellos tienen una gran experiencia en esta área.
—Bien. Un día de estos buscare ayuda—dijo sin mucha importancia. Estaba tan acostumbrado que no le importaba la causa de esa mala costumbre.—Por ahora, es mejor que nos puedas guiar hacia el campo de entrenamiento. Todos tenemos poco tiempo que perder.
Faram asintió e indico que la siguieran. Bordeo la casa hacia el pateo trasero donde estaba el único campo de entrenamiento. Ella había pedido a su padre que redujera los campos de entrenamiento a uno para incrementar la protección de la misma y mantener oculto las habilidades de la tribu. Después de aquel incidente, aprendió que nunca se puede ser muy cauteloso y que el enemigo acecha en las sombras.
Elías camino en silencio con nerviosismo. Las miradas de las dos jóvenes Chameleon estaban clavadas en su persona con mucha fuerza. El interés que ambas adquirieron por distintas razones hicieron ver que su estadía seria muy problemática y cansada. Internamente se pregunto, si ellas estarían o superaría el nivel de Fanet en el departamento de dificultad.
—Ya llegamos.
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