—Michael Hutton, ya te dije que si los Huttons y Jace quieren vengarse de mí y suprimirme, pueden venir directamente por mí en vez de dañar a mis parientes.
—Además, ya les di una oportunidad de persuadir a Jace para que se detuviera, ¿pero qué hizo? Mi suegro fue golpeado y colgado de la repisa de una ventana en su último suspiro. Casi muere. ¡Y aún así tu querido hijo nos obligó a jugar a la Ruleta Rusa hasta que uno de nosotros recibiera un disparo!
—Mi cuñada fue secuestrada por su propia madre, quien le cortó la cara con un cuchillo para frutas. Y mi esposa casi fue asesinada por un subordinado de Jace. Todavía está en shock y un miedo inmenso. ¡Todo esto gracias a Jace!
—¿Por qué quieres que lo deje pasar después de que cometió tales pecados imperdonables? Ya que tú no tienes la habilidad de controlarlo, ¡déjame castigarlo por sus crímenes! —Lucas habló con los dientes apretados y una mirada asesina sorprendentemente aterradora en su rostro.