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Lucas llevó a Amelia al cuarto de William.
Cheyenne, llena de alegría al ver a Amelia, abrazó a su hija fragante, suave y adorable y la besó sin cesar.
Amelia aún no sabía cuál era el estado de salud de William, y simplemente pensaba que estaba durmiendo porque estaba enfermo. Por lo tanto, incluso le dijo muchas cosas infantiles bajo la enseñanza de Cheyenne.
La familia de tres se lo pasó maravillosamente en la sala del hospital.
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Mientras tanto, Karen llamó a Moisés en cuanto se alejó de la vista de Lucas.
—¿Qué pasa? ¿Por qué no respondiste mis llamadas hace un rato? —preguntó Moisés.
Karen pensó con disgusto, «Si hubieras ido a tiempo al jardín de infantes, ¿habrían salido las cosas de esta manera?»
Le contó a Moisés cómo Lucas había aparecido de repente cuando ella estaba esperando con Amelia en la entrada del jardín de infantes y llevó a Amelia al hospital, lo que resultó en el fracaso.