Capítulo 8: 8- Búsqueda del Grimorio Nicromante
Por supuesto, aquí
Con la Espada Durandarte en su poder, el equipo de los cuatro elegidos continuó su misión de encontrar las Reliquias del Destino. Sabían que la Espada era solo la primera de muchas Reliquias que debían reunir para salvar su reino.
La profecía que guiaba su búsqueda les daba una pista: la segunda Reliquia, el Grimorio Nicromante, estaba relacionada con el conocimiento ancestral y el misterioso arte de la necromancia. Esta pista les dio un punto de partida.
Decidieron visitar la biblioteca real de Eldoria, donde los eruditos habían estado estudiando la historia del reino y sus prácticas mágicas durante generaciones. La biblioteca estaba llena de libros, manuscritos y pergaminos que contenían el saber acumulado a lo largo de los siglos.
El Gran Erudito Thaddeus les recibió con entusiasmo. "Hemos estado investigando los textos antiguos relacionados con la magia y la necromancia en busca de pistas sobre el Grimorio Nicromante. Sabemos que este grimorio fue un artefacto poderoso que contiene conjuros y secretos oscuros."
Sylas, el hechicero, se interesó. "¿Qué saben sobre su ubicación? ¿Puede ayudarnos la historia de la necromancia en Eldoria?"
Thaddeus consultó manuscritos y registros antiguos. "Se dice que el Grimorio Nicromante estuvo custodiado por una hermandad de hechiceros en el pasado. Hay menciones de un enclave oculto en el Cementerio de las Almas Perdidas, un lugar antiguo y misterioso al sur del reino."
Kael, el valiente guerrero, dijo "Entonces, el Cementerio de las Almas Perdidas es nuestro próximo destino. Debemos partir ahora.
El equipo de los cuatro elegidos se embarcó en un viaje hacia el Cementerio de las Almas Perdidas, una región tenebrosa y lúgubre. Mientras avanzaban por los senderos cubiertos de niebla, encontraron tumbas antiguas, monumentos funerarios y criptas misteriosas.
De presto fueron rodeados por una orda de Globins, iniciando así una batalla, en donde cada uno de los elegidos tuvo que demostrar todas sus capacidades, ya que estaban en aprietos.
Kael, El Guerrero, inició el ataque, con cada tajo de su poderosa espada, mataba varios de ellos, Lyara, La Arquera, mantenía su distancia y atacaba de manera certera con sus flechas.
Sylas, el Hechicero, hizo alarde de su magia, al hipnotizar varios de ellos, para ayudar con la defensa y atacar sus propios compañeros, El escurridizo Draven, se deslizaba y serpenteaba entre los Globins atacando con sus dagas, dejando a muchos fuera de combate.
En esta batalla, se unieron los cuatro como verdadero equipo, no sólo de ideales, sino en acción, cuidando las espaldas de sus compañeros, al cabo de horas de batalla, salieron victoriosos.
Tomaron su tiempo para descansar y pasar la noche, en una cueva cercana, sin imaginar que la batalla aún no había terminado.
Al amanecer decidieron continuar con la travesía, al poco tiempo encontraron un mago nicromante, que había leído el Grimorio Nicromante y este le había hecho perder la cabeza.
Al acercarse al el, pues estaba justo en el camino, comenzó a atacarlos, Sylas, le hizo frente contrarrestado sus hechizos, pero después conjuro a un rey Globins no muerto y un Orco más fuerte que el promedio.
Kael fue atacado por el Rey globins, mucho más fuerte que la onda que lo había atacado, la noche anterior, respondía con mucha fuerza y velocidad a los ataques de Kael, se podía decir que estaban parejos.
Lyara, mantenía al orco a distancia, Draven hacia ataques furtivos con sus dagas, y Sylas atacaba y era contrarrestado por el mago micromante loco, Graven con sus ataques hirió la pierna del orco, algo que limito sus movimientos, Lyara aprovecho y con su puntería certera, fue destrozando sus miembros primero sus muñecas, sus brazos y después la cabeza.
Kael, aprovecho que el Rey Globins, atasco su espada en un árbol muerto para contraatacar y contarle le cabeza, mientras Sylas usaba un hechizo inmovilizador para matar al mago Nicromante.
Después comenzaron a moverse y mantener los ojos bien abiertos, usaban a Draven o Lyara como exploradores para avanzar.
Tiempo despues Lyara, la arquera, exploró la zona y encontró una entrada oculta en la base de una estatua de un hechicero. "Aquí está la entrada al enclave oculto. Parece que nadie ha estado aquí en siglos."
La Orda de Globins y el mago Nicromante, no habían dejado que nadie se acercara al cementerio de las Almas Perdidas.
Con cautela, entraron en el enclave y exploraron sus pasillos oscuros. En el corazón del enclave, encontraron un pedestal que sostenía un grimorio antiguo con tapas de cuero oscuro. Era el Grimorio Nicromante, resplandeciendo con un aura mágica.
Draven, con su aguda intuición, examinó el grimorio y aseguró que no había trampas ocultas. "Es real. Hemos encontrado el Grimorio Nicromante."
Todos dieron un suspiro de alivio y dijeron al unisono "Hemos completado la segunda etapa de nuestra misión. Ahora, debemos proteger este grimorio y seguir en busca de las demás Reliquias."
Sylas se acercó al grimorio y extendió una mano para tocarlo con reverencia. "Cada Reliquia que encontramos nos acerca un paso más a salvar a Eldoria. Estamos cumpliendo con nuestro destino."
El equipo de los cuatro elegidos sabía que su búsqueda estaba lejos de terminar. Aunque habían encontrado el Grimorio Nicromante, aún quedaban más Reliquias por descubrir, y enfrentarían desafíos mayores en el futuro. Pero estaban decididos a seguir adelante y cumplir con su misión de proteger su reino y su mundo de las amenazas que se avecinaban.
Con el Grimorio Nicromante en su posesión, el equipo de los cuatro elegidos partió del Cementerio de las Almas Perdidas, listo para enfrentar nuevos desafíos en su búsqueda de las Reliquias del Destino.
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